Norberto Alejandro Pérez Colín, profesor con 19 años de docencia en la asignatura de Matemáticas, recibió la Cátedra Maestro Ignacio García Téllez. “Mi área es el Departamento de Sistemas del plantel Vallejo, la parte medular de esto es que por primera vez se incorpora en las Cátedras Especiales a los técnicos-académicos”, expresó.
En entrevista, el maestro dijo sentirse “tranquilo, comprometido y contento” con esta distinción, ya que “me da más ánimo de realizar mis labores; el técnico-académico siempre lleva una actividad de apoyo a la parte académica y técnica”.
Sobre cuál será el proyecto o estrategia para divulgar el legado del maestro Ignacio García Téllez, el profesor comentó que mostrará su obra, el cómo abordó y dio a conocer la autonomía universitaria dentro de la UNAM: “recordemos que no fue fácil para él, ya que el país vivía, en aquellos tiempos, una labor centrada en cuestiones federales”.
“La estrategia que utilizaré es el trabajo que entregué: la creación de un sitio web donde está la obra y compromisos del maestro Téllez, su gran trabajo sobre la autonomía universitaria, por medio de nuestro correo electrónico y a través de Sharp Point, donde la comunidad del Colegio puede entrar para consultar, aparte de las cátedras que voy a impartir en el plantel Vallejo y Sur”.
Pérez Colín reveló que esta distinción tiene un impacto positivo en su actividad docente, ya que, ante el actual panorama de la sociedad mexicana, “creo que hay que refrendar la autonomía universitaria y hacer un compromiso con los estudiantes, porque es un gran legado el que nos dejó Ignacio Téllez: tener nuestros propios gobiernos a través de la Universidad, es un compromiso político muy fuerte”.
FORMACIÓN DOCENTE
El ingeniero en Electrónica comentó que hace 30 años ingresó a la UNAM y comenzó a laborar en la Facultad de Medicina, cuando todavía era alumno de la carrera de Ingeniería de la Universidad. Después, fue invitado a trabajar en la primera BiDi en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para después llegar al plantel Vallejo del CCH como profesor; sin embargo, fue en el IPN donde concluyó su formación pedagógica.
“Obtuve herramientas para impartir clases, técnicas de enseñanza aprendizaje. Como técnico-académico debo combinar las clases y apoyar en el área de soporte técnico, alimentar la parte técnica, debo actualizarme constantemente, es una rutina cotidiana”, dijo.
Sin embargo, el ingeniero consideró que el Colegio de Ciencias y Humanidades fortalece de manera constante la parte académica: “tiene protocolos para todo y es una de sus virtudes; alimentar los protocolos para que los maestros puedan subir en su escalafón, además de actualizar los programas y planes de estudio”.
ACERCAR A LAS TIC
El profesor comentó que desde su ingreso a la Universidad ha desarrollado diferentes actividades académicas, encaminadas a la promoción del uso de las tecnologías.
“Cuando llegué al CCH se implementó la plataforma de Microsoft y nos ofrecieron aplicaciones a través de internet. Cuando ocurrió la pandemia y en el auge del trabajo a distancia, yo ya tenía un bagaje cultural informático, tenía clases listas pues las había trabajado”.
Lo anterior le permitió que desde el Departamento de Sistemas pudiera impartir cursos y diplomados a profesores para transformarlos y apoyarlos en dichas herramientas, además de promover el uso de las tecnologías de la información.
“Los materiales tuvieron que adaptarse a la tecnología, por ejemplo, los exámenes, no fue lo mismo aplicarlos presencial que a distancia. Hay que recordar que cada quien se hace de una cultura informática y hay niveles. El Colegio ya tenía un convenio y una plataforma de Microsoft, la cual nos ayudó (…) pero lo fundamental es la constante actualización”, dijo.
En este cambio de hábitos, continuó, estuvieron presentes los cursos en línea: “quienes dan clases a los maestros tienen sus plataformas y nos llevan a todos a adaptarnos. Esta adaptación cuenta con nuevos mecanismos de enseñanza-aprendizaje. El mundo gira rápido y hay que ir un paso adelante, actualizándonos, cultivándonos con cursos y diplomados”.
Respecto a la inteligencia artificial (IA), consideró que los estudiantes tienen grandes avances, sin embargo, los profesores deben estar a la par para fortalecer los procesos educativos: “recordemos que nuestra función básica es ser formadores de seres humanos, hay que enseñarles lo que existe y cómo desarrollar sus habilidades, adaptarlas y trabajar con ellas para que las sepan utilizar, añadirlas a nuestras estrategias de aprendizaje”.
Por lo anterior, resaltó que en su profesión disfruta mucho la cercanía con los jóvenes durante la enseñanza, “me llena de energía y como técnico académico, me gusta trabajar en el Departamento de Soporte y apoyar cuando me lo solicitan aquí en Vallejo o en otros planteles”.
