Desde las clases en línea hasta la presencialidad; ahora toca la Universidad

Tres años de experiencias

Desde las clases en línea hasta la presencialidad; ahora toca la Universidad

Tres años de experiencias
Desde las clases en línea hasta la presencialidad; ahora toca la Universidad

Cuando salieron los resultados del examen de la Comipems no los quería ver. Estaba de vacaciones con mi familia y no quería que una mala noticia arruinara el buen tiempo, pero mi papá no respetó eso y los abrió. La noticia me la dio él y me puse muy feliz. Empezaba una nueva etapa de mi vida en el plantel Naucalpan.

Ingresé en agosto de 2020 en plena pandemia, por lo que comencé la prepa en línea. Al principio me gustaba, pensé que sería más fácil, pero no fue así. Las clases en línea no eran lo que pensaba, eran cansadas y estresantes. Además, tuve que lidiar con el miedo y la incertidumbre que provocó la pandemia, pues perdí a muchos seres queridos.

Mientras tomaba clases a distancia me preguntaba cuándo comenzaría a vivir mi vida de cecehachera. Mis primos también fueron cecehacheros y me contaron maravillosas anécdotas y calificaron su estancia en el plantel como la mejor etapa de su vida, por ello creí que al regreso a clases presenciales para cursar el último año de prepa sería increíble, pero no fue así.

En agosto de 2022 la mayoría de las escuelas habían regresado a la presencialidad, entre ellas, el CCH: me emocionaba empezar mi experiencia, pero a unas semanas de entrar me puse muy nerviosa, no estaba lista. Creí que me terminaría gustando, pero no fue lo que esperaba, las clases no eran tan fáciles como creía.

 

El reto de conectarse

Pensaba que haría amistades como en la secundaria y, por el simple hecho de tener el Pase Reglamentado, entraría a la carrera que yo quisiera, pero no tardé en descubrir que no era fácil. Debía tener un promedio alto por la demanda que tienen muchas carreras.

Este descubrimiento modificó la manera de atender mis estudios: Ya había pasado el primer semestre y no me había ido bien. Por mala suerte el plantel Naucalpan entró en “paro virtual”, lo que provocó que algunos profesores nos repitieran la calificación en el segundo semestre. Ese error afectó mi promedio y no me pude recuperar. Un descuido tuvo grandes consecuencias.

Sin embargo, en las clases presenciales no tardé en darme cuenta de que a todos nos afectó el encierro. La mayoría padecía de ansiedad social.

Noté que mis compañeros de generación habían cambiado por completo y la mayoría tenía una mente más abierta y ya no había tanto acoso escolar. Hubo más respeto a cada persona y le dimos el valor que se merecía.

Después de dos años en pandemia y uno en escuela presencial me gradúo. Espero quedarme en la carrera de Medicina, me costó mucho trabajo decidirme. Siento orgullo de haber sido alumna del plantel Naucalpan, pues sé que a muchos les hubiera encantado ser parte de él.

Llegó el final de esta temporada y comienza una nueva, con diferentes personajes, escenarios e historias y espero con ansias la Universidad. ¡Gracias por tanto CCH!

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