Orgullosos de sus raíces, tradiciones y del folclor mexicano, un grupo de alumnas y alumnos del plantel Naucalpan practican diversas piezas de bailes regionales de los estados de Veracruz y Jalisco.
Sus cuerpos, con gracia y galanura, cobran fuerza escénica ante los espejos que rodean el salón de danza, donde practican de manera regular las coreografías que semestre tras semestre se actualizan.
En este caso, los hombres portan un traje y sombrero charro decorado con grecas a contraste, moño en el cuello y botín lustrado.
En tanto, ellas llevan puesto un vestido completo. La parte superior del cuello, hombros y puños se encuentran rematados por encajes. La falda de su vestido es circular, amplio y con vuelo. Cuando las chicas giran al ritmo de la música de mariachi, se transforman a la vista en amapolas, olas de mar o aves en vuelo.
Otro grupo de alumnas viste camiseta y falda azul marino, así como calzado de tacón para zapatear. Lucen impecables y en su peinado se pueden ver accesorios en filigrana. A su vez, los chicos portan short y camiseta azul marino y botín lustrado.
A pesar de ser ensayos regulares para algunos de ellos, la presentación, la postura correcta, la disciplina y la presencia escénica es algo que se debe cultivar como parte de la vocación.
Se trata de los alumnos de Taller de Danza Folclórica del plantel Naucalpan, a cargo de la profesora Beatriz Elena Tejeda Lima, con más de 30 años de servicio profesional en el Colegio y quien infunde en el alumnado, además de los valores propios de la disciplina artística, los principios del Modelo Educativo, en cuanto a formación integral bajo un plan de trabajo semestral.
Cumplir sueños
Estar en un taller cultural del Colegio “implica aprender a organizar tiempo de estudio y práctica artística, mantenerte motivado para dar lo mejor en cada presentación y luchar por cumplir tus sueños en cuanto hacer lo que más te gusta”, explicó Eduardo Oswaldo Vázquez Pineda, alumno integrante del taller.
En entrevista, el joven cecehachero dijo sentirse orgullo por sus raíces, las tradiciones y la cultura mexicana, “por esa razón, al momento de ejecutar un baile regional, con un vestuario que refleja nuestra gran riqueza cultural debes de dar lo mejor de ti y, si es posible, inspirar al publico que asiste a verte bailar”.
“Somos mexicanos y nuestra cultura es extensa y diversa, sin embargo, estamos acostumbrados a sólo ver lo superficial del folclor, por lo que el taller me ha dado una noción más amplia de nuestra cultura e historia y ha reforzado los valores de la disciplina y solidaridad, además de aprender a trabajar en equipo”, explicó la estudiante Mirna Villeda Sánchez.
Por su parte, la alumna Valeria Fernández Benítez externó que ingresó al taller por curiosidad, pues hasta su salón de clase se escuchaba los ensayos. “Con el paso del tiempo descubrí lo mucho que me gusta la danza folclórica y que no quiero dejarla, porque más allá de ella, me aporta valores para la escuela y la vida cotidiana, como el respeto, la paciencia y la organización del tiempo”.
“Practicar danza folclórica conlleva algunos sacrificios que valen la pena, por ejemplo, extender los horarios de estudio por la noche para cumplir con las clases regulares o practicar los pasos de baile por el día, es decir, hacer las cosas muy bien, para que los compañeros del plantel te tomen como un punto de referencia en este tipo de actividades”, consideró Mauricio Ramírez Roque, alumno del taller.
Preservemos lo nuestro
Sobre la importancia de difundir la danza folclórica mexicana, la profesora comentó que un porcentaje amplio de mexicanos “desconocen lar raíces del floclor nacional, por lo que es importante que en las instituciones y talleres demos a conocer al alumnado la basta riqueza cultural con que contamos, en este de la danza regional”.
“Tenemos 32 estados de la República y cada uno tiene sus regiones, por lo que nuestro bagaje cultural dancístico es innumerable, además de que los alumnos que integran el taller deben de aprender historia y música sobre los instrumentos del estado o región que van a interpretar”, explicó.
Por último, destacó que las y los estudiantes adquieren el conocimiento de la danza folclorica y de los aspectos que la involucran, como el vestuario y las tradiciones de las regiones “para que en el momento que puedan, lo aporten a la sociedad mexicana, para así tener un gran sentido de pertenencia nacional”.
La danza folclórica me aporta valores para la escuela y la vida cotidiana, como el respeto y la paciencia”.
Valeria Fernández Benítez
Estudiante del taller
Estar en un taller cultural implica aprender a organizar tiempo de estudio y práctica artística”.
Eduardo Oswaldo Vázquez Pineda
Estudiante del taller