Los fenómenos económicos, políticos o militares no pueden comprenderse sin su respectivo contexto histórico y viceversa, pues se condicionan mutuamente en su evolución, por ello es que entender la guerra en Ucrania, debemos remontarnos al pasado para explicar el presente, aseguró Lucas Noé Montealegre Jiménez, profesor del Área Histórico-Social del plantel.
En la conferencia “¿Qué está pasando en Ucrania?”, que se transmitió vía Facebook live, explicó que emplearía el enfoque analítico de largo plazo para evitar explicaciones inmediatas que pudieran generar confusión.
Luego de ofrecer un contexto que incluyó posibles hipótesis sobre los responsables, consideró que todos pueden influir pero que existen más factores históricos y sociales en juego. “Mi hipótesis es que el conflicto es resultado de un proyecto ancestral por la alta jerarquía anglosajona, que hunde sus raíces en el siglo XVIII, para controlar a la humanidad, pero que choca con otro proyecto imperial de los eslavos orientales, representados por los rusos”.
Ambos proyectos, aseveró, son de supervivencia y desarrollo para ambos grupos. Así, esta guerra está enraizada en las dicotomías centenarias entre anglosajones y eslavos, que se agrava por una feroz rusofobia mundial, producto de la manipulación de la información. Es una guerra híbrida donde participan fenómenos como las fake news, la propaganda, el cierre de mercados, etc., y que ha tenido consecuencias mundiales diversas.
Ambos grupos étnicos buscan defender su modo de vida integral, además, en la esfera económica, se busca expandir el control y explotación de los recursos naturales con diferentes estrategias: los anglosajones por medio de la globalización de un solo mercado, mientras el proyecto eslavo lo intenta mediante las luchas nacionalistas.
Al ver la trayectoria de estos dos grupos, comprendemos las causas profundas de la guerra en Ucrania. Las diferencias de fondo son sus objetivos: los anglosajones aspiran al individualismo, la propiedad privada y la competencia individual, el libre mercado y las ganancias con los países afiliados a la OTAN; en tanto, el proyecto eslavo se basa en el trabajo colectivo, la planificación social y económica en vez del mercado y está unido al Pacto de Varsovia.
Rusia siente una amenaza nuclear si Ucrania se integra a la OTAN, así como el sentimiento antirruso en esas tierras y la ya citada guerra híbrida, que puede extenderse a otras partes del mundo, concluyó.
