Sus nombres provienen del sánscrito, lengua clásica de la India y relacionada con el griego. El primero, hace referencia a un estado de meditación y conciencia individual, en tanto que el segundo, a lo excelso y eminente. Características que se cumplen a cabalidad en Nirvana Maya Heinze Balcázar, miembro de la comunidad estudiantil del CCH, que logró un promedio de 10 al egresar del plantel Sur.
“Para mí, ser cecehachera fue demostrar que el CCH es una escuela de calidad en donde puedes explotar tus cualidades. Significó una etapa de gran crecimiento y de momentos increíbles con mis mejores amigos”, expresó con nostalgia la joven que dedica sus ratos libres a escribir y pintar.
El Plan de Estudios del Colegio, cuando es llevado correctamente por los estudiantes, te brinda entre otras posibilidades, hacer trabajos de análisis y deducción, consideró.
“Cuando los profesores siguen lo propuesto por el Modelo Educativo del CCH logran hacer a estudiantes conscientes y analíticos que pueden afrontar mucho mejor la vida”, señaló la alumna, quien confesó su pasión por la ciencia y por hacer proyectos relacionados con biología y química.
“El Colegio tiene fortalezas y debilidades. Me quedo muy contenta con Siladin y todas las oportunidades extracurriculares que ofrece”.
A los que aspiran a estudiar en el Colegio les recomendó que “no se conformen, muchos piensan: que flojera aplicarse para sacar 10, si con 8 ya tengo el promedio para mi carrera, pero tener un buen promedio dice algo de ti. Tú decidirás qué quieres que se piense cuando digan tu nombre”.
