La vida en días de la pandemia

La vida es un cambio constante que pone retos que obligan a seguir adelante en las buenas y malas situaciones que nos pasan como sociedad e individuos, tal es el caso de la contingencia sanitaria que nos ha mantenido en nuestras casas por más de un mes y nos seguirá resguardando hasta que estemos seguros y protegidos de no contraer y propagar el coronavirus. Por ello, es necesario cambiar y no tener miedo de hacerlo, puesto que este tiempo nos ha obligado a abrir nuestra mente y talento a desafíos que transportan nuestra vida análoga a lo virtual gracias a la Internet y sus infinitas posibilidades. Dicha virtualidad es la creadora de las mutaciones donde lo cotidiano de ir a estudiar, trabajar, entretenerse, convivir y aprender se ha trasladado a aplicaciones y plataformas que permiten seguir adelante como estudiantes, docentes, trabajadores y ciudadanos que dan respuesta a los problemas. Por ello, hay que vencer los miedos a las nuevas tecnologías para abrir paso a transformarse y evolucionar, aunque esto implique la ruptura de las estructuras a las que hemos estado condicionados. Todos estamos aprendiendo a adaptarnos benéficamente, por medio del conocimiento, a una cultura digital necesaria hoy en día. El “lenguaje en tiempos del coronavirus” obliga a los enamorados a hacer videollamadas. Hemos cambiado el verbo por un emoji que de igual manera da sentido a nuestras ideas. Los stickers nos permiten reírnos sin necesidad de contar un chiste. Las plataformas educativas y videos explicativos de temas complejos nos siguen abriendo paso a crear, pensar y hacer por medio de una pantalla. Ahora, el Internet une familias que no pueden verse. Con ello se han reforzado los principios fundamentales de las redes sociodigitales: conectar y comunicar a la gente. Esto y más le debemos a la comunicación digital y vida virtual que nos permite estar cerca cuando estamos lejos.