La sala doctor Pablo González Casanova, de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), fue el escenario para la ceremonia de entrega de las cátedras especiales a cinco profesores. Se trata de la distinción más alta que otorga el H. Consejo Técnico a los miembros del cuerpo académico que se han distinguido por su amplia labor y compromiso profesional.
Ante las y los galardonados, el director general Benjamín Barajas Sánchez destacó que desde su fundación, el Colegio tuvo la fortuna de contar con la participación entusiasta de su planta docente para enfrentar los desafíos que implicaron poner en marcha un bachillerato innovador en sólo tres meses, periodo en el que la imaginación, la creatividad y el espíritu juvenil de sus maestras y maestros hizo posible la utopía del CCH.
“Las y los egresados del Colegio, que para estas fechas suman más de un millón 100 mil, siempre han manifestado su reconocimiento y admiración por sus maestras y maestros. En las encuestas refieren el trato respetuoso que recibieron y los aprendizajes adquiridos, sin expresiones de autoritarismo o castigos. Agradecen a sus profesoras y profesores porque los enseñaron a tener confianza en sí mismos y a formarse una opinión, basada en la argumentación y desde luego, en el conocimiento”, dijo.
Asimismo, resaltó que los egresados del Colegio recuerdan con cariño a sus maestros, por lo que la transformación de los estudiantes se debe al Modelo Educativo y la acción cotidiana de los docentes.
“(Las y los maestros) asumen su vocación y compromiso social para dar forma y sentido a las expectativas de jóvenes que nos ha conferido la sociedad, para hacer de ellos mejores personas y, sobre todo, personas más felices; a todo lo anterior han contribuido con creces las y los profesores que hoy son reconocidos”, aseguró.
Los galardonados
La Cátedra Ingeniero Sotero Prieto Rodríguez, del Área de Matemáticas, fue otorgada a Guadalupe Xochitl Chávez Pérez, del plantel Sur.
En su mensaje, la maestra dijo: “Gracias a todas las personas que se han cruzado en mi camino, académicamente hablando: autoridades, compañeras y compañeros profesores, administrativos y, por supuesto, a mis estudiantes que no han sido pocos en estos más de 37 años dedicándome a esta linda labor, en todos ellos me he sostenido para aprender un poquito más cada día”.
Mientras, José Antonio Acosta Arellano, docente del plantel Azcapotzalco, obtuvo la Cátedra Doctor Carlos Graef Fernández, del Área de Ciencias Experimentales.
“Durante 32 años he desarrollado mi labor docente en el plantel Azcapotzalco tratando en todo momento de realizar mi mejor esfuerzo, teniendo como propósito formar estudiantes con una cultura biológica básica que les permita conocer el mundo desde un enfoque científico. Me parece que he desempeñado bien mi trabajo, ya que el día de hoy la institución me reconoce con esta Cátedra, lo cual me llena de orgullo”.
Asimismo, la Cátedra Maestro Eduardo Blanquel Franco, del Área Histórico-Social, se le otorgó a Verónica Hernández Márquez, del plantel Naucalpan. En su discurso, la profesora reconoció la labor de Blanquel Franco y afirmó que su huella no debe perderse, por lo que esta cátedra es el espacio adecuado para destacar este vínculo.
“En este momento, en el cual se revisan los programas de estudio del Colegio, es para mí un orgullo y una responsabilidad aceptar la cátedra que hoy se me otorga, sobre todo porque porta el nombre de un gran docente de la historia, lo que me obliga a trabajar con compromiso, responsabilidad que hoy adquiero”, afirmó.
Mientras, la Cátedra Maestra Rosario Castellanos, del Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación, fue para Edith Padilla Zimbrón, del plantel Oriente.
La docente en su mensaje dijo: “De nada sirve tener entre pares una visión humanista de la educación si omitimos al alumnado. El día de hoy no puedo dejar de significar su entusiasmo y energía positiva. A lo largo de mi andar por el CCH he sido testigo de cómo, a partir del momento histórico social que viven, transitan en su maduración para la adquisición y desarrollo de sus habilidades investigativas. Hoy más que nunca los temas abordados por Rosario Castellanos son foco de atención a nivel global”.
Por último, la Cátedra Maestro Ignacio García Téllez se otorgó por primera vez al técnico académico Norberto Alejandro Pérez Colín, del plantel Vallejo.
“Seguramente se preguntarán qué tiene que hacer un Técnico Académico en las funciones sustantivas de la Universidad. La respuesta es que, primeramente, contribuye a las funciones de docencia (…) y alimenta de manera transversal el quehacer y ser del alumno, sin dejar de lado el impacto en las actividades administrativas de la comunidad. Asumo con gran responsabilidad y entusiasmo un proyecto digno de esta cátedra, generaré acciones encaminadas a difundir y apreciar los logros de Ignacio García Téllez, que hoy repercuten en nuestra querida Universidad”.
