Coloquio del Área Histórico-Social

Analizan las propuestas para mejorar Programas de Estudio y evaluación de los aprendizajes

Coloquio del Área Histórico-Social
Analizan las propuestas para mejorar Programas de Estudio y evaluación de los aprendizajes

Profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades expusieron sus análisis, críticas y propuestas de mejoramiento de los programas de estudio de las diferentes asignaturas en el Coloquio sobre Didáctica y Evaluación de los Aprendizajes del Área Histórico-Social.

El proceso de evaluación es una fuente de motivación para aprender, y para que ésta sea de calidad debe cumplir con los requisitos de validez, confiabilidad, utilidad y credibilidad; además de estar dirigida a la transformación, y la información que arroje debe servir para la reflexión apropiada, positiva y no represora, equitativa, justa y útil.

Así lo explicó Guadalupe Soto Estrada, quien, en nombre de Adrián Martínez González, ambos de la Dirección de Evaluación Educativa, de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia, presentó la conferencia magistral Evaluación de y para los Aprendizajes.

Se busca que la evaluación esté basada en resultados y en evidencias científicas. “Hemos tratado de profesionalizarla, pero hay puntos muy álgidos en nuestra población que hacen verla de manera punitiva, coercitiva o que causa problemas más que ayudar”, destacó la ponente.

Algunos de los retos que hay que atender, dijo la especialista, son la falta de vinculación entre el programa y el examen y entre los contenidos de clase y el examen; observar los instrumentos que evalúan principalmente la memoria, consolidar bancos de reactivos por departamentos y el desarrollo de un sistema de evaluación.

En el segundo día del Coloquio se presentó la conferencia magistral El diario de clase como herramienta para la evaluación en los nuevos escenarios de docencia, de Sara Mariscal Vega, de la Universidad de Cádiz, España.

La también maestra en Cultura de paz explicó que el diario de clase en el proceso evaluativo, sobre todo en el actual escenario académico, pues se convierte en una herramienta útil, que se basa en una escucha activa, pues “es un compañero de viaje que posibilita el reconocimiento personal y permite la creación del conocimiento en clase”.

En la última jornada de trabajo se dictaron las conferencias magistrales Estrategias didácticas: la práctica docente como principio de inclusión y Enseñar derechos humanos en el bachillerato, de Gabriela de la Cruz Flores y Mario Alberto Naranjo Ricoy, respectivamente.

La investigadora explicó que la educación inclusiva implica cambios sustanciales en las prácticas educativas, representa un replanteamiento del quehacer docente, sustentado en la reflexión y la promoción del “trabajo colaborativo” de las academias y cuerpos colegiados.

Naranjo Ricoy, del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, señaló que la sociedad mexicana se encuentra sumergida en un deterioro en materia de derechos humanos, y se preguntó: ¿Cómo enseñar derechos humanos en el bachillerato? “Son adolescentes que transitan hacia la juventud, están definiendo su personalidad e interiorizan valores éticos y cívicos entre otros procesos”, señaló para concluir.

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