Con la creación del Sistema para la Formación de Profesores y el Programa de Formación Sistémica y Colegiada, el CCH atiende una de las prioridades establecidas en su Plan General de Desarrollo Institucional 2018-2022 y 2022-2026, la cual “se dirige fundamentalmente para incrementar y mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje de profesores y alumnos”.
Así se explica en el suplemento “Programa Integral de Formación Docente. Propuesta actualizada 2023”, que publicó el CCH recientemente y puede ser consultado en el sitio: https://www.cch.unam.mx/comunidad/programa-integral-de-formaci%C3%B3n-docente-propuesta-actualizada-2023, mismo que incluye Ejes Transversales, Líneas de Formación y Propuestas Institucionales.
“Ante el cambio de los paradigmas tradicionales de las clases presenciales y la necesidad de hacer uso de las nuevas tecnologías para favorecer el aprendizaje, así como la preparación del profesorado para impulsar la revisión y ajuste de los programas de estudio, el Colegio ofrece el Programa Integral de Formación Docente”, destaca el director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez, en la presentación del documento.
El programa “pretende ser dinámico, operativo y situado en las necesidades concretas de actualización de las maestras y maestros del Colegio. La propuesta deberá estar sujeta a los ajustes que se requieran e integrar las sugerencias de la comunidad para que realmente tenga un impacto positivo en las tareas de docencia y aprendizaje”.
Al respecto, Virginia Fragoso Ruiz, del Departamento de Formación de Profesores del CCH, señala en el texto que “ejercer profesionalmente la docencia con una población de jóvenes y en contextos espacio-temporales complejos exige definir, diseñar y desarrollar opciones de formación docente que, en correspondencia con el marco institucional, puedan favorecer el trabajo colegiado”.
Prioridad universitaria
Esta acción institucional, se indica, responde también al proyecto (2015-2019) del rector de la UNAM, que “estableció la urgencia de promover la formación integral de los académicos y particularmente se enfatizó el fortalecimiento de los procesos de selección, capacitación, actualización y evaluación docente con énfasis en los aspectos psicopedagógicos y axiológicos”.
Así como “diseñar e implementar un nuevo Programa de Formación Docente, presencial y a distancia, que abarcara la actualización disciplinaria, la didáctica de cada asignatura, la capacitación para ejercer como tutores de alumnos vulnerables y el uso óptimo de los recursos tecnológicos, tanto en el bachillerato como en la licenciatura”.
La formación docente en el CCH ha tenido un largo proceso de crecimiento, ya que desde 2019, con la publicación del Programa Integral de Formación Docente (PIFD) junto con sus ejes transversales, las propuestas del Programa Emergente de Formación de Profesores en línea (2020) y del Ajuste al Programa Integral de Formación Docente (2021) “ha sido posible mantener la formación del personal docente en modalidades presenciales, en línea y a distancia, y mixtas”.
No obstante, en los últimos tres años, “las miradas con las que observamos a nuestros pares, con las que fortalecimos nuestro acervo de conocimientos, experiencias y afectos; con las que analizamos y nos analizamos en el tránsito hacia la educación a distancia y el retorno a la nueva presencialidad, originaron replanteamientos en la forma de asumir la planeación, el desarrollo y la evaluación en las asignaturas”.
De modo que, con el retorno a las aulas, se resalta, se ha hecho evidente la necesidad de reconstruir las prácticas docentes y la interacción didáctica.
Resultado del trabajo en conjunto
En este tenor, se detalla que para el desarrollo del Sistema de Formación de Profesores y del Programa de Formación Sistémica y Colegiada se valoraron aspectos, como “el compromiso de impulsar la innovación y las buenas prácticas de enseñanza, de atender los rubros de evaluación docente que se incluyen en el CAD, de ubicar las propuestas y marcos normativos de los proyectos institucionales e incentivar los proyectos de desarrollo académico”.
Además, asumir los principios enunciados por Carlos Marcelo en su texto Formación del profesorado para el cambio educativo, los cuales están en correspondencia con el Modelo Educativo del Colegio.
“Deben ser concebidos como un continuo, como un proceso que, aunque compuesto por fases diferenciadas (inicial, inducción y perfeccionamiento), mantenga unos principios éticos, didácticos y pedagógicos comunes, independientemente del nivel de formación de profesorado”; también es necesaria la integración entre la formación del profesorado respecto de los contenidos propiamente académicos y disciplinares y su formación pedagógica.
Aunado a lo anterior, “es fundamental la integración entre la teoría y la práctica, de forma que aprender a enseñar se realice mediante un proceso donde el conocimiento práctico y el conocimiento teórico puedan integrarse en un currículum orientado a la acción”.
La propuesta de formación enfatiza que con lo experimentado en el periodo de pandemia se desarrollaron diversos actos de formación, en modalidades, tiempos y espacios, por lo que se busca que estos sean de calidad, tanto en la modalidad a distancia o híbrida, sincrónica o asincrónica.
Se trata, advierte, “de diversificar los esquemas de formación (…) y lograr incorporar, de manera paralela o sucesiva, otras modalidades que pueden forjar procesos formativos”.
Conformación
El Sistema de Formación de Profesores se ejecuta a través del Programa Sistémico y Colegiado de Formación y se estructura en Etapas de formación, Ejes transversales, Líneas de formación y Propuestas generales de carácter institucional.
Las etapas en el ciclo de formación, incluye la inicial (inducción) dirigida a los profesores de primer ingreso; la permanente (acompañamiento), perfeccionamiento (especialización), es decir, posgrados, especializaciones y diplomados, congresos especializados en Ciencias y Humanidades, redes de investigación y desarrollo.
En cuanto a los Ejes transversales se indica que son “vertebradores de contenidos culturales generales e imprescindibles de conocimientos y de la práctica docente en el Colegio, los cuales orientarán y apoyarán el trabajo de los profesores en sus asignaturas”.
Aquí se “incorporan fundamentos teóricos y prácticos asociados con las posturas filosóficas, epistemológicas, psicológicas y sociales que identifican el currículum del CCH”. Entre estos destaca la formación en perspectiva de género para la docencia, la cual pretende “avanzar hacia la construcción de proyectos comunes, para atender, de forma responsable y consciente, las problemáticas alojadas en la convivencia dentro del aula y del espacio escolar”.
Por otro lado, las líneas de formación apuntan hacia contenidos temáticos de contenidos declarativos, procedimentales y actitudinales, sean disciplinarios, didácticos o pedagógicos.
En cuanto a las Propuestas Generales de Carácter Institucional están “sustentadas en los Ejes Transversales y en la conjunción de algunas Líneas de Formación para, desde una postura general y flexible, generar el diseño de eventos y actividades, equivalentes y variadas para fortalecer la formación del personal académico”.
Por último, el suplemento incluye un diagnóstico de la planta docente del CCH, que entre otros aspectos informa sobre la edad, nivel de estudios, nombramientos académicos por plantel, por área y departamentos, antigüedad docente.
