Lo que para Alejandro Castañeda Piña empezó como una actividad pasajera a sus seis años, una década después se consolidó como una gran experiencia con posibilidad de convertirse en un futuro prometedor: formar parte de la selección que representará a México en el Mundial de Patinaje de Velocidad, a desarrollarse en Italia este año.
Atraído por lo novedoso y hasta cierto punto poco usual modo de practicar dicha disciplina, el estudiante del plantel Oriente afirmó que este deporte le ha dado grandes satisfacciones, como ser medallista en los Juegos Nacionales Conade 2023, donde obtuvo tres preseas de oro y dos de plata, además de que es el pilar de su salud.
No obstante, destacó que también le ha permitido mejorar su capacidad de enfoque, concentración y dedicación a las cosas, además de tener constancia y disciplina: “todo esto va más allá de lo deportivo, es decir, lo llevo al ámbito escolar y personal”.
Apoyo para lograr un sueño
De acuerdo con el cecehachero, quien compite en la categoría de 15 a 18 años y se encuentra en la especialización de resistencia y fondo, con pruebas de 10 y 15 km o el maratón de 45 km, la escuela ha sido parte fundamental en este proceso, pues el Modelo del Colegio está enfocado también en la socialización.
“Ese aspecto antes me costaba mucho, pero ahora trabajo en equipo y eso me ha ayudado en el patinaje para tener una mejor convivencia con otros deportistas de mi misma categoría, también con papás que asisten o entrenadores; esto me ha permitido socializar mejor, sinceramente sí he visto un cambio”.
Asimismo, dijo que ha sido importante el apoyo de sus profesores por su flexibilidad de entender su situación deportiva. “Me pongo de acuerdo con ellos para entregar trabajos antes, o en línea cuando estoy en competencias. Lo mismo sucede con los trabajos con mis compañeros, a veces no puedo ayudar al 100 por ciento y lo comprenden, cuando sé que voy a salir les aviso, y entrego mi parte del trabajo antes”.
En sus tiempos libres, aparte de la escuela y el deporte, estudia un poco de programación, la cual le ha interesado desde hace algunos años. “Creo que la autonomía me la dio el deporte, pero lo que a mí me faltaba era socializar, llevarme mejor con las personas”.
Alejandro tiene una agenda muy apretada, además de asistir a sus clases, también adelanta tareas y proyectos para entrenar por las tardes; vuelve a su casa por la noche y continúa con sus actividades académicas, sin embargo, considera que “una vez que te acostumbras, todo resulta más sencillo”.
En este sentido, aseguró que para cumplir con la escuela y el deporte, además de mantener un buen nivel, siempre se necesitará la ayuda de los demás: “de hecho, no es un trabajo que puedas hacer solo, en ese ámbito agradezco mucho a mis papás. Al final, sí es complicado, pero no es imposible”.
Busca el campeonato mundial
Sobre sus aspiraciones deportivas, el joven atleta compartió que una meta importante a corto plazo está el ganar el campeonato nacional, “el mejor de mi especialidad en México y ya después otras metas a futuro hasta llegar a campeón mundial”.
No obstante, aun cuando nunca pensó llegar a un buen nivel, consideró que en la actualidad está “más o menos entre los cinco mejores de todo el país, pero la brecha entre el primero y yo es grande”.
“Ahora estoy trabajando y entrenando mejor que nunca. Tendré una competencia en Puebla, donde saldrán los que representarán a México en el Mundial de Italia de este año. He estado trabajando mejor que nunca. Me siento bastante bien y preparado para la competencia”.
Por lo anterior, el joven deportista invitó a los nuevos cecehacheros y a sus pares a no perder el enfoque en lo que quieren y que lo mantengan.
“Al inicio siempre está la motivación, que se mantiene un rato, pero una vez se acaba entra en juego la disciplina y saber qué quieres. Veo ahora a chicos que están sufriendo mucho porque ya deben materias y algunos de ellos ya no pueden recuperarse en tres años y tendrán que cursar un cuarto año”.
