Ante alumnos del plantel Sur, la profesora Leda Rendón presentó su libro La nariz de Gógol, que es una compilación de sus textos periodísticos publicados en Excélsior.
“Es un texto inesperado porque nunca lo pensé como libro. Son cuentos, porque a mí me interesa mucho este género, me parece extraordinario, lo cultivó Borges y sus cuentos son maravillosos porque son infinitos, múltiples, porque reflexionan sobre el tiempo, el espacio, la filosofía”, explicó.
La pasante de doctorado expresó que “si hacemos un recorrido por los escritores de la historia nos daremos cuenta de que muchos escribieron narrativa corta porque es algo que nos une con la tierra, con los primeros momentos del lenguaje. En el momento en que algunas personas comenzaron a contar alrededor del fuego ¿qué contaban? Historias, cuentos. Cuando nos íbamos a dormir nuestros padres nos contaban un cuento, me parece que es una forma muy rápida y hermosa de acercarse a la literatura”.
La autora leyó el cuento que da título al libro: La nariz de Gógol, la historia empieza cuando un hombre prominente despierta sin su nariz, mientras otra persona abre una bolsa de mariguana y “di un grito y salté hacia atrás cuando vi claramente una nariz en medio de toda la hierba, lo primero que pensé ‘es la nariz de un narcotraficante o distribuidor’, después descubrí de quién era y me aterroricé”, la mujer que la encuentra la guarda en el refrigerador y cuando descubren que ella la tiene, entra la policía, mientras la nariz sale volando.
Al hablar del proceso creativo, Leda expresó que lleva mucho tiempo “en mi caso, desde que tenía seis años sabía que quería escribir, después me di cuenta de que es como todas las artes, es decir, hay que trabajar muchísimo y ser constante, toda mi vida gira en torno de la literatura, parte de eso es dar clases en el Colegio porque leo con los jóvenes todo el tiempo”.
Empecé a publicar a los 23 años, antes me costaba trabajo escribir un texto, pero después, como sucede con un deportista o bailarín, hay que practicar, escribir y leer mucho, la principal profesión de un escritor es leer, un escritor que no lee es como un pintor que no tiene su casa atascada de pintura. Creo que la escritura es un don, que no todos tienen, pero quien lo tiene, hay que trabajarlo, todos tenemos un don, hay que identificarlo y practicarlo, aseguró.
