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Un fragmento de biodiversidad en el plantel Vallejo

Los alumnos cecehacheros tienen un acercamiento con las ciencias experimentales

Un fragmento de biodiversidad en el plantel Vallejo
Los alumnos cecehacheros tienen un acercamiento con las ciencias experimentales

En 2010 se concibió la idea de crear un mariposario en el plantel Vallejo, sin embargo, fue hasta 2014, gracias a un proyecto Infocab, que se logró contar con la infraestructura. Al paso del tiempo, se anexó al Museo Vivo (espacio de 25 años de vida y que alberga cientos de cactáceas), con el fin de promover el trabajo de investigación, científico y de sustentabilidad entre la comunidad estudiantil, comentó Laura Elena Ortiz Aguirre, profesora del Área de Ciencias Experimentales.

En entrevista, la docente explicó que el mariposario Xochiquetzal cuenta con una gran vegetación, sin embargo, existe una lucha constante contra la maleza, ya que ésta crece rápidamente y obstruye las plantas hospederas del insecto polinizador. “Los estudiantes nos ayudan, pero no son especialistas”.

No obstante, bajo el eje de trabajo de fomento de la naturaleza, el mariposario representa una experiencia nueva para muchos jóvenes, ya que ellos viven en departamentos y no cuentan con un espacio para un jardín.

 

Origen

La académica explicó que el mariposario inició con un metro cúbico y después se acondicionó el invernadero de cactáceas para recibir a más insectos: “todo lo hicieron las y los alumnos; a la par, hemos mantenido nuestro Museo Vivo, que es nuestra razón de ser”.

La profesora dijo que este espacio alberga tres tipos de mariposas: blanca del mastuerzo (Leptophobia aripa), cometa quexquemetl (Papilio garamas) y monarca (Danaus plexippus). Además, explicó que en el exterior se tienen plantas hospederas.

“Son las tres que andan por aquí y en el resto del plantel, hemos observado que sobrevuela la xochiquétzal, por ella se llama así el mariposario, porque pone sus huevecillos en los fresnos y aquí hay muchos árboles de esta especie. Los alumnos revisan las plantas hospederas y observan el ciclo de vida de las mariposas”, comentó.

Sobre los cuidados del espacio, externó que cada año, después de las vacaciones de diciembre, inician los trabajos de mantenimiento, ya que, en el caso de las mariposas monarca, éstas se preparan para la migración hacia Norteamérica.

La especialista expresó que la idea central de este proyecto es que las y los estudiantes aumenten sus actividades experimentales y apliquen ejes del Modelo Educativo del Colegio: aprender a aprender, aprender a ser y aprender a convivir.

 

La experimentación

La maestra de Biología, con 25 años de antigüedad en el Colegio, señaló que el mariposario tiene un área de vuelo que incluye plantas hospederas. Explicó que en esta vegetación las mariposas hembras colocan sus huevos. Después, los huevos pasan a la fase de oruga o larva; estos insectos se alimentarán para desarrollar su ciclo y llegarán a la etapa de crisálida. Finalmente, se convertirán en mariposas adultas.

Además, comentó que en el laboratorio las y los estudiantes realizan experimentos y tienen cajas que resguardan a las mariposas. “Los jóvenes ven el ciclo de vida completo. Ellos recolectan los huevecillos y en ocho días eclosionan. Diez días más tarde se forma la crisálida, por lo que tenemos contenedores de plástico donde las tapamos con una malla. Una vez que emerge la crisálida, la traemos aquí (al mariposario) para que vuelen, aparte hay una zona donde se liberan”, destacó.

Como resultado, el Mariposario ha llegado a albergar a más de cien mariposas, sin embargo, las plantas hospederas se agotan, por lo que se debe mantener un equilibrio y evitar la contaminación del espacio.

Por último, la maestra recordó que durante la pandemia gran parte de este trabajo se perdió, sin embargo, el esfuerzo constante permitió que a poco más de tres años el Mariposario ya reporte signos de recuperación.

“El proyecto está en un 80 por ciento, porque hemos rescatado plantas hospederas y de néctar. Para nosotros es difícil darle mantenimiento, sobre todo porque somos maestros de asignatura, no es un área complementaria. Poco a poco lo hacemos de manera extracurricular y por el amor de nuestros estudiantes hacia su plantel, que en ocasiones vuelven como profesionistas a trabajar en la escuela”, finalizó.

 

Los alumnos revisan las plantas hospederas y observan el ciclo de vida de las mariposas (…) Los jóvenes ven el ciclo de vida completo”.

Laura Elena Ortiz Aguirre

Profesora del plantel Vallejo

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