Bajo la premisa de que la memoria es lo más valioso que tiene cualquier institución, el Colegio de Ciencias y Humanidades publicó el libro Egresados que brillan, una muestra de lo que ha cosechado a través de sus 50 años de existencia (cumplidos en 2021), en espera de que los cecehacheros de hoy y de mañana puedan sentirse orgullosos de formar parte de una gran institución como lo es el Colegio.
El compendio ofrece algunas historias de egresados de sus cinco escuelas que sobresalen en distintos ámbitos y que, con orgullo, son conscientes de los beneficios que el Modelo Educativo tuvo en ellos y les permitió ser profesionistas en constante búsqueda de la superación y con un espíritu crítico siempre alerta.
El volumen reúne a 22 mujeres y hombres que se han abierto paso como científicos, editores, comunicadores, desarrolladores de tecnología, intérpretes del bel canto, filósofos, sociólogos, periodistas, maestros, médicos, escritores, físicos, caricaturistas y deportistas. Cada uno de ellos y ellas ha alcanzado el fin supremo de la educación, es decir, modificar positivamente su vida para que con su preparación y trabajo profesional puedan coadyuvar a construir un mejor país.
El CCH, más vivo que nunca
Para el filósofo y escritor Carlos Oliva, el Modelo Educativo reacciona muy bien a épocas de crisis. “Logra, desde edades muy tempranas, formar estudiantes que pueden proponer nuevas alternativas de vida (…) y ofrecer propuestas a las crisis sistémicas en las que estamos ahora”.
“En sus 50 años, el CCH es vigente y lo es porque siempre hay que estimular la creatividad, que el joven busque, investigue, razone, pues el conocimiento entra por el razonamiento, no por la imposición”, opina por su parte el periodista Víctor Sánchez Baños.
Mientras que la geofísica Guadalupe Cordero destaca que “el Colegio incentiva la investigación y que los jóvenes nos hagamos responsables de nuestra propia educación. Todo lo que eso implica, sin duda, fue un reto interesante”.
“Los maestros actuaban en función de su experiencia y conocimiento y se atrevían a hacer cosas distintas de lo acostumbrado. Desmitificaban la imagen del profesor. Con ellos aprendí la importancia de la militancia, es decir, de asumir en la práctica un compromiso con lo que uno piensa”, subraya el defensor de derechos humanos, José Martínez, quien cursó sus estudios de nivel medio superior en el plantel Azcapotzalco, al igual que Oliva, Sánchez Baños y Cordero.
Aprender para la vida
Los saberes que los forjaron como profesionistas y triunfadores son el hilo conductor de los testimonios de los ocho egresados del plantel Naucalpan: Eduardo Peñalosa, el exrector de la UAM; Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana; Israel Pichardo, investigador en Harvard; Leticia Luna, coordinadora de Literatura del INBAL; el periodista Marco Levario; la enfermera Claudia Carreño; la campeona nacional de patinaje sobre ruedas, Nitzaguie Yelalli Ceja Monter, y el desarrollador de tecnología 5G, Rodrigo Carrillo.
“Estuve en el Colegio tres años de mi vida que fueron fundamentales y ahí aprendí muchas cosas acerca de cómo debe comportarse en la educación el ser humano, y eso me marcó para el resto de la carrera”, revela Eduardo Peñalosa Castro; mientras que para Bohórquez, “el CCH fue un adelanto de lo que viví en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, donde lo que importa es tu capacidad de investigar, de aprender y de conectar ideas”.
En el mismo sentido, Israel Pichardo Casas recuerda que sus cursos en Harvard “los realicé bajo un enfoque autodidacta, de trabajo en equipo, de investigación participativa, de cuestionamiento continuo, y con amplia libertad para usar el tiempo como quisiéramos”; mientras que Levario Turcott asegura su éxito se lo debe al CCH, “ahí están mis raíces”.
El método de aprender a aprender y cuestionar a través de las ideologías los paradigmas del siglo XX incidió en mí no sólo en una actitud ideológica crítica y activa, sino también para transmitir a mis alumnos esa curiosidad por el conocimiento”, abunda Leticia Luna; por su parte, el desarrollador Rodrigo Carrillo valora las herramientas que tienen los cecehacheros para resolver obstáculos: “tenemos esa forma crítica, libre y contestataria de reaccionar y eso nos ha abierto las puertas”.
El CCH “te facilita el saber, desde lo básico hasta lo complejo. Los profesores no te lo dan todo, te orientan, por eso yo aprendí alemán de forma casi autónoma, destaca Claudia Daniela Carreño Arias, enfermera egresada de la FES-Zaragoza, hoy asentada en Berlín; en tanto, la patinadora Ceja Monter reconoce que le enseñó a adaptarse a las clases virtuales, “y gracias a ello he podido estar en otro estado entrenando y dedicándome a lo que me apasiona”.
No serás el mismo
La terna de periodistas compuesta por Daniel Moreno, David Torres y el caricaturista José Jorge García Hernández es egresada del plantel Vallejo. Los tres coinciden en que son mejores profesionista y personas debido a su paso por el Colegio. “Ya no se puede ver al mundo o al país igual después de estudiar en el Colegio. A mí me ayudó a saber quién era yo, a entenderme y a caminar hacia el saber, hacia la realidad mexicana que nos había tocado vivir e imaginar cosas a futuro, hacer algo por tu país”, considera Torres.
En tanto que Moreno, director de Animal Político, reconoce que el Colegio “me puso la semilla de no quedarme con lo que impartía el maestro, sino de ir tras más lecturas. Tuve la suerte de que cuando les expresaba que quería saber más del tema, me prestaban libros. Entender los problemas centrales de este país no sólo es verlos, sino también cambiarlos y mejorarlos; estoy convencido de que es una enseñanza fundamental del Colegio”.
A decir de José Hernández reconoce que disfrutó su paso por el Colegio. “Yo ya tenía hábitos que me permitieron pasar muy bien por el CCH (…) al llegar al sistema, el Colegio pone a prueba qué tan firmes son los hábitos, pues si querías entrabas a clase, podías hacer lo que quisieras, los maestros te trataban de tú a tú”.
Gente de bien
Del plantel Oriente dieron su testimonio el caricaturista Arturo Kemchs y la soprano Laura Chuc, quienes refieren con agrado cómo en el CCH se formaron como gente de bien, en un ambiente de libertad responsable.
“Nuestra generación fue algo muy especial. Esta educación nos llevó a convertirnos en personas de bien. Había mucha frescura, éramos un tanto inocentes y creo que hasta caímos en lo tonto, no había malicia. Gente positiva y cada uno tomó un área: médicos, arquitectos, dentistas. Al final hemos llegado a la deducción de que el plantel y esa educación hicieron hombres de bien para una sociedad, y eso nos enorgullece”, subrayó Kemchs.
En el Colegio, destaca Chuc, “tuvimos la libertad de tomar las riendas de los estudios bajo nuestra responsabilidad, lo cual era una maravilla. No se necesitaba que alguien te dijera que debías ir a la escuela. También me gustaba la idea de que no cerraran la puerta, esa sensación de institución de puertas abiertas me emocionó y me fascinó; de hecho, me sentía como pez en el agua, apuntando y anotando todo”.
Bases para el éxito
En las cinco entrevistas con que concluye el libro, los egresados del plantel Sur narran cómo el CCH los influyó para ser mejores profesionista, con un espíritu crítico y de cambio social.
“Haber ingresado al CCH me abrió un universo de posibilidades para pensar, para hacer, para ser. Este modelo multidisciplinario, hasta ahora, en mi trabajo como directora ejecutiva de Igualdad Sustantiva en la Secretaría de las Mujeres, me ayuda mucho a meditar problemas públicos”, revela Jazmín Pérez Haro, doctora en Ciencias Antropológicas.
Federico Nájera Febles, físico y subdirector del Museo de la Luz, coincide en la validez del Modelo Educativo, que “es muy dinámico y brinda las herramientas teórico-prácticas en el área de ciencias y humanidades. Valoras y entiendes que todo lo que hagas es en tu beneficio”.
“Lo que más atesoro del CCH fue el intercambio con los compañeros, pero también con mis profesores, pues no había una relación de verticalidad o de autoridad, era una relación horizontal, compartiendo experiencias de vida, de lectura, de cine, de música”, rememora el editor y ensayista Javier Perucho.
“Yo creo que todos los que tuvimos la oportunidad de pasar por sus aulas estamos muy agradecidos y sigue siendo enorme el reto de combinar educación de masas con calidad”, considera el economista y consejero del INE, Ciro Murayama; mientras que el periodista Rubén Álvarez recuerda que debe al Colegio tanto como a su familia la formación de su carácter, su forma de ser, de tratar y entender a la gente.
Coordinado por Héctor Baca, Egresados que brillan es resultado de un trabajo colectivo, encabezado por Ana Lydia Valdés, Hilda Villegas y Yolanda García; fue publicado en abril pasado, en la colección Medio Siglo del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, y está disponible para su lectura en la página electrónica de esta institución educativa.
