Benjamín Álvarez, toda una vida en la docencia

Benjamín Álvarez, toda una vida en la docencia

Su fortaleza sigue siendo su Modelo Educativo, señala

Benjamín Álvarez, toda una vida en la docencia
Su fortaleza sigue siendo su Modelo Educativo, señala

Benjamín Álvarez Rubio fue alumno en el plantel Vallejo del CCH, lo que le permitió trabajar y estudiar al mismo tiempo, para luego llegar al plantel Sur, donde es docente del Área de Ciencias Experimentales desde hace 35 años, e imparte Biología I y II, con la firme convicción de que siempre les deja algo perdurable a sus alumnos.

“Me he encontrado con alumnos del Sur y otros planteles, que están en posgrados o ya trabajan y están conectados en su vida cotidiana con lo que aprendieron en el CCH; hace poco me abordó un exalumno, me dijo que yo le había dado clases de Estadística y que en la Facultad de Psicología había lamentado no haberme puesto más atención. Otro que va para QFB me dijo ‘exíjales más para que no sufran como yo en la Facultad’.

Y es que a él, dice, el Colegio lo ha formado con una visión para que los alumnos aprendan cada día más, para que conozcan mejor el medio en el que se desarrollan y tomen sus decisiones de qué es lo van a estudiar. “El CCH tiene una esencia: que el alumno salga satisfecho con los conocimientos que se lleva”, considera Álvarez, quien entró al plantel Sur cuando lo dirigía la maestra Leticia de Anda.

“Entré como profesor de asignatura y entonces el Colegio me encendió la chispa y sentí lo emocionante de dar clases, en la época que ingresé había una gran demanda de grupos, ahora es al revés”, lamenta el maestro, quien ya es profesor de carrera, titular “C”, de tiempo completo.

En su opinión, la fortaleza del CCH es el Modelo Educativo, que es vigente y se lleva a la práctica. “Me gustaría que los nuevos profesores fueran preparados con base en el Modelo; que antes de hacer el examen sean valorados, si son aptos o no para ser docentes, pero su debilidad es la época que se vive”.

Yo veo al CCH, como dijo Colosio, con “hambre” de fortalecer la parte académica, pero es fácil decirlo, lo complicado es cómo hacerlo, reconoce.

También considera que en cualquier época generacional las aspiraciones son ser mejores de lo que fueron nuestros padres, a veces cuesta más trabajo a unos que a otros, además, nuestros antepasados son diversos y eso enriquece a los alumnos; en ese marco, el papel del profesor es motivarlos para seguir estudiando y no limitarlos.

Darles las herramientas necesarias, ser firmes con ellos para que se den cuenta de que las cosas no son fáciles. Recuerda que al principio “quería enseñarles a mis alumnos todo lo que había aprendido, pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que es muy pesado y vas bajando el nivel conforme pasan las generaciones, hasta llegar a una media”.

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