Sustentabilidad

El profesor debe provocar la reflexión entre alumnos

Los jóvenes tienen que interesarse por el planeta y pensar en qué heredarán a otras generaciones

El profesor debe provocar la reflexión entre alumnos
Los jóvenes tienen que interesarse por el planeta y pensar en qué heredarán a otras generaciones

En la construcción de ciudadanía y desarrollo sustentable, el bachillerato es un buen lugar para hacer conciencia, señaló María del Carmen Legorreta Díaz, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Ciencias Naturales de la UNAM, ante académicos del Colegio de Ciencias y Humanidades que participan en curso-taller “Educación integral en el bachillerato desde una perspectiva interdisciplinaria”.

Se trata, dijo, de que el joven no se deslinde ni se separe de la dimensión integral a la que está llamado, somos seres biopsicosociales y el planeta nos debe interesar, pues es nuestra necesidad y tenemos que asumirla con responsabilidad.

La especialista, quien ha centrado sus estudios en el análisis del cambio social, el papel y formas de relaciones de poder integrando un enfoque basado en la complejidad e interdisciplina, sostuvo que para ello el profesor está llamado a impulsar esta visión, a provocar la reflexión de sus estudiantes, por ejemplo, en aspectos como qué tipo de aire respira y cuál quisiera el joven respirar; qué alimentos come y cuáles quisiera comer; qué emociones siente cuando sabe que tienen agroquímicos altamente peligrosos, le interesaría saber que en el futuro podría tener cáncer.

Dijo que no es un tema para las futuras generaciones, los chicos tienen que sentirse orgullosos y con dignidad al ser parte de la solución; tratar con respeto a la naturaleza y todos los seres humanos; pensar en el largo plazo, y salir de la visión consumista en que la sociedad moderna y capitalista nos tiene, y pensar qué quiero dejar a mis descendientes.

La también autora de Religión política y guerrilla en las cañadas de la Selva Lacandona previamente expuso la relación entre gobernantes y gobernados como una expresión, entre otras, de las relaciones de poder; también la importancia de la dimensión psicopolítica de las relaciones gobernantes gobernados; y revisó la importancia de la construcción de ciudadanía para reducir las relaciones clientelares, el patrimonialismo, el asistencialismo, la falta de rendición de cuentas, entre otras formas autoritarias de ejercicio del poder en México.

El poder, de acuerdo con Foucault, está implícito dentro de todas las prácticas y relaciones sociales cotidianas. Son influencias recíprocas que se encuentran en todas las relaciones sociales, desde las familiares hasta las internacionales. Y determinan lo que se puede o no se puede hacer en la vida social.

En ese sentido, citó a Paarlberg, quien señala que los problemas ecológicos planteados por la agricultura (…) nacen en general de relaciones de poder político y social desequilibradas entre agricultores y no agricultores y entre agricultores y autoridades gubernamentales. Cuando el poder está desequilibrado en alguna de esas relaciones esenciales, existe generalmente explotación abusiva de los recursos.

En este sentido, la explotación de los recursos refleja el abuso de poder, como lo ejemplificó en la selva Lacandona, lo que ha traído una dominación ambiental reflejado en “la erosión de capacidades y capitales locales de los cuales depende el desarrollo; relación global-nacional-local-política ambiental versus desarrollo sustentable; además de un sistema de complicidades, dependencia y transferencia de poder de los representantes hacia el exterior”.

Lo que se convierte, dijo, en un círculo vicioso donde ante un déficit ciudadano se crea un estado autoritario, lo que genera una asimetría política que desencadena cada vez más desigualdad.

A partir de este ejemplo, la especialista invitó a los profesores y sus alumnos a reflexionar sobre qué emociones han sentido cuando se han acercado a una autoridad gubernamental o de cualquier tipo, ya que

“tenemos que enseñar a reconocer estas emociones y después pensar qué emociones se necesitarían para establecer una relación con igualdad y respeto, y en la que se construya ciudadanía”.

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