Visto desde las ciencias sociales el amor es una construcción social, ya que sus manifestaciones cambian dependiendo de la época histórica y su cultura. El concepto que cada uno tiene del amor se ve influido por los padres, las películas y hasta por las canciones. “Las formas en las que amamos están relacionadas con la historia personal, por lo que también están influidas por la perspectiva del género”, dijo la psicóloga Judith Díaz Rivera, colaboradora en la Secretaría Académica de la Dirección General de CCH, durante la conferencia “Los mitos del amor romántico”, que forma parte del programa de actividades de la Comisión Interna de Equidad de Género. La especialista habló con los alumnos sobre cómo se entiende el amor hoy en día, qué es el amor romántico, cuáles son los grandes mitos con los que hemos crecido y qué hay de negativo en ellos. Algunos son: El amor todo lo puede. Creer que podemos cambiar a alguien, que los polos opuestos se atraen y se entienden mejor; pensar que existe compatibilidad entre el amor y el maltrato, que el amor verdadero lo aguanta todo. El amor verdadero o predestinado.
Pensar “sólo seré feliz cuando encuentre a otra persona que lo complemente”; creencia de que sólo hay un verdadero amor en la vida, que es para siempre y que no puede acabarse o cambiar. El amor es lo más importante en mi vida y requiere de entrega total. Culturalmente es más fomentado en las mujeres, pero “los estudios nos dicen que esta tendencia está cambiando”, creer que el amor requiere la renuncia o modificación de la propia personalidad (dejar de ser yo) o intimidad (compartirlo todo); atribución de la capacidad de dar felicidad al otro (la felicidad sólo se alcanza con una pareja). El amor es posesión y exclusividad. Los celos se ven como una muestra de amor; la felicidad y la exclusividad tienen diferentes juicios para hombres y mujeres; todo amor debe culminar en un matrimonio. ¿Cuál es el problema con creer en estos mitos?
Díaz Rivera detalló que, si bien es cierto que se acepten en mayor o menor medida, puesto que han sido parte de la formación cultural, “creer ciegamente en estos mitos nos hace relacionarnos de una forma no sana, por lo que el amor romántico puede tener consecuencias muy negativas, se fomenta la dependencia y se limita la libertad individual, se perpetúa una sociedad no equitativa y no igualitaria”, concluye.
