La investigación científica es entendida como la actividad humana que busca dar respuesta a preguntas relacionadas con el conocimiento, sobre todo con el funcionamiento del mundo que nos rodea. Este proceso es sistemático, organizado y objetivo. Por otro lado, la Historia se encarga de estudiar el pasado con la intención de entender el presente.

Su conjunto, la Historia de la Ciencia, es la temática a la que está dedicado el presente número de HistoriAgenda. El cual se conforma por artículos que se refieren a la producción científica que nos ha permitido vivir mejor desde diversas perspectivas (salud, alimentación, entre otras), y, aunque es un tema pendiente en el compendio, también nos ha traído grandes avances tecnológicos, los cuales han significado cambios en los ámbitos de nuestra vida.

Por ello, la Historia de la Ciencia es muy importante para entender los cambios que hemos sufrido como sociedades a lo largo del tiempo, desde la falta de adquisición de conocimiento por medio del método científico, como ocurrió durante el oscurantismo, hasta llegar a épocas en que la medicina fue utilizada por hombres hemostáticos dedicados a operar a los faraones. La ignorancia, en algún tiempo, llegó a casos extremos de considerar que no se podía proceder a la apertura del cuerpo humano por la creencia de que nuestros órganos eran iguales a los de los cerdos; pero, llegó el Renacimiento y --entonces-- la ciencia empezó a desarrollarse más rápidamente hasta llegar a un progreso vertiginoso.

Entre los artículos de esta edición, está el que aborda el tema del Hospital Colonia, considerado el primer servicio médico que se brindó a un grupo de trabajadores asalariados en el país. También el lector podrá encontrar un artículo que estudia el proceso de profesionalización de la topografía en la Escuela Nacional de Ingenieros de la Ciudad de México. Y es que lo largo del siglo xix, varias disciplinas adquirieron el estatus de carreras profesionales, es decir, que se convirtieron en una práctica que requería el aprendizaje sistemático de un conjunto de saberes y la sustentación de un examen para la obtención del título emitido por alguna institución educativa. Para el caso de la topografía, dicho proceso queda representado por la transición entre la figura del agrimensor (herencia de la época colonial) a la de ingeniero topógrafo.

Para el Colegio de Ciencias y Humanidades es muy importante y un deber saber que las bases de los conocimientos que se enseñan tienen que ver, por un lado, en las Ciencias, representadas en materias como Física, Química, Biología, Ciencias de la Salud, etcétera, y, por otro, entre las Humanidades, con materias como Historia y Filosofía. Esto reafirma la vocación de enseñanza en nuestra institución, una educación integral en donde el conocimiento se adquiere por medio de la reflexión, el método científico y la creatividad: bases de nuestro Modelo Educativo.

Dr. Benjamín Barajas Sánchez

Director General del Colegio de Ciencias y Humanidades