El Colegio de Ciencias y Humanidades, desde su Dirección General y los cinco planteles, llevó a cabo las Jornadas de Balance Académico (JBA) correspondientes al semestre 2024-1, junto con la Secretaría Estudiantil y el Programa Institucional de Tutoría (PIT), así como con las instancias correspondientes de los centros educativos, las cuales se han realizado por 20 años y llegan a su edición número 40.
En las Jornadas de Balance, las y los docentes se reunieron para examinar a detalle el desempeño escolar de grupos y de los estudiantes, tanto de los alumnos que sobresalen como de aquellos que están rezagados o tienen problemas en los ámbitos, social, familiar o emocional, y así poder canalizarlos a Psicopedagogía o a los programas de Tutoría o Asesoría, según sea necesario para cada caso.
Asimismo, se plantearon propuestas y alternativas de soluciones, se expusieron diferentes elementos diagnósticos sobre los problemas que afectan al alumnado, las dificultades detectadas durante el periodo escolar en línea y la reciente incorporación a las actividades presenciales; además, los docentes dieron información relacionada con su experiencia en el aula y participaron en mesas de trabajo de las asignaturas, para fortalecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Estas acciones ayudaron a las y los maestros a evaluar los aprendizajes adquiridos, así como a constatar aspectos relacionados con la vocación docente y el fortalecimiento de sus actividades en las aulas. Además, asistieron a conferencias relacionadas con aspectos de accesibilidad digital e identificación, estrategias para el control emocional y el desarrollo de habilidades socioemocionales en los adolescentes, así como en microtalleres del PIT.
Con los resultados de las Jornadas de Balance se hará un registro de información obtenida en la plataforma del Programa de Seguimiento Integral (PSI), para hacer una evaluación y, posteriormente, poner en marcha las acciones correspondientes.
En esta ocasión, la participación se desarrolló de la siguiente manera: en Azcapotzalco acudieron 333 personas, entre docentes y tutores; en Naucalpan, 362 profesores y tutores; en Vallejo, 411 maestras y maestros; en Oriente, 367 docentes, y en Sur, 359 docentes y tutores; esto da un resultado de 1,832 asistentes.
VOZ DE LOS TUTORES
Jacqueline Leyva Chávez, coordinadora central del Programa Institucional de Tutoría del Colegio de Ciencias y Humanidades, mencionó que el objetivo las Jornadas de Balance Académico es identificar a los alumnos que tengan un riesgo académico y con base en ello desarrollar estrategias de atención para que puedan egresar en los tres años del bachillerato, pero también identificar a aquellos alumnos sobresalientes y los invitan a actividades que puedan potencializar sus conocimientos.
Al respecto, explicó, que participan en esta actividad los programas institucionales de Tutoría y Asesoría, así como el Departamento de Psicopedagogía, que conforman una triada muy importante de acción, al planear actividades dirigidas a los alumnos con problemas en su trayectoria académica, también con los padres de familia, de manera presencial o en línea.
En las JBA, detalló, se atienden a todos los alumnos y profesores que están frente a un grupo, “nos enfocamos mucho en los alumnos de primer semestre, básicamente porque son chicos que están en la transición a un nuevo modelo de aprendizaje”.
Por su parte, Gerardo Espinal Martínez, coordinador local del PIT de Azcapotzalco, explicó que las JBA permiten detectar aquellos estudiantes que por alguna razón no asisten a sus clases, para buscarlos, platicar con ellos y atenderlos de manera que se puedan reintegrar a las actividades académicas; también a aquellos que deben materias para canalizarlos a las asesorías y puedan mejorar su aprendizaje en el aula, así como ver la conducta de los chicos en el salón de clases.
En esta actividad, señaló, además de hacer un corte de caja para saber cómo van los chicos también es un espacio donde el profesor se siente escuchado y pueda intercambiar experiencias con sus colegas.
Al referirse a los principales retos, detalló la relevancia de seguir involucrando a los distintos semestres, de manera que se pueda conocer cómo se comportan los alumnos de manera global a fin de desarrollar estrategias o campañas de atención pertinentes.
Karla Nayeli Padilla Mancera, coordinadora del PIT de Naucalpan, consideró que el objetivo de las Jornadas de Balance Académico es “intercambiar información entre los diferentes profesores y el tutor para saber cuál es la situación de los alumnos y ayudarlos en las distintas canalizaciones hacia los programas que tiene la institución y así evitar su rezago y posiblemente un abandono”.
En relación con los retos de los docentes, recalcó “que todavía estamos en el reto de introducir a los alumnos al Modelo Educativo, porque con la pandemia y el trabajar en línea les está costando un poco retomar la presencialidad, no de parte de los profesores porque ya queríamos regresar, pero sí de parte de estudiantes que vienen con más de dos años de trabajar en línea”.
Otros retos son darles apoyo a los chicos con problemas de ansiedad, de estrés, de trastorno de déficit de atención y cómo canalizarlos a las instancias dentro del plantel. “Los jóvenes se sienten presionados por tantas tareas, pero creo que poco a poco van a salir adelante”, sostuvo.
La coordinadora del PIT del plantel Vallejo, Blanca Georgina Castellanos Hernández, relató que en las Jornadas se implementaron conferencias acerca de las temáticas de apoyo, “tanto a los profesores y tutores para trabajar cuestiones transversales que se llegan a presentar en los alumnos; es importante porque no sólo es la parte académica, hay que ver el trasfondo”.
Agregó que este año se enfocaron en las habilidades socioemocionales, porque están involucradas en la motivación que va a tener el alumno para continuar con sus clases y llevar a cabo sus actividades académicas: “en ocasiones los profesores o tutores no reparamos en que el joven atraviesa cierta situación familiar y eso afecta su rendimiento escolar, porque está agobiado por esa circunstancia”.
Sobre lo que se puede mejorar, mencionó que es continuar abordando temáticas transversales, para introducir a todos los profesores y tutores a un conocimiento más profundo de la adolescencia, para que conozcan la población con la que trabajan. “Tenemos que buscar estrategias para motivarlos, algunos profesores hacen una planeación de clase para interesarlos, además de que son conocimientos que les ayudarán en su licenciatura”, aseguró.
Graciela Maldonado Figueroa, coordinadora del PIT de Oriente, consideró que las Jornadas de Balance Académico sirven “de manera preventiva para retornar a los chicos al aula, detectar con el diagnóstico a aquellos alumnos que están en riesgo académico, ya sea por falta de tareas, porque dejaron de entrar o en ocasiones ya no vinieron, todo lo hacemos para prevenir el rezago escolar y abatir la deserción”.
En cuanto a los retos, mencionó que uno es el uso de la tecnología en el aula, ya que debe verse como aliada en el aula y apoyar el proceso de aprendizaje, pues recalcó que muchos docentes ya han tomado diplomados al respecto. Otro reto es abrir la comunicación con los padres para que el estudiante se sienta acompañado, el hecho de que los manden llamar de la escuela y se involucren, cambia mucho su panorama.
Los aspectos por mejorar en la siguiente Jornada es concientizar a los docentes de lo importante que es su participación y registrarla en el PSI, en esta ocasión participaron un 20 o 30 por ciento más que la vez anterior. A través de la Secretaría Estudiantil realizamos un filtro de los casos más críticos para darles seguimiento de manera puntual, es la que llaman Tutoría diferenciada y en pequeños grupos, precisó.
Para Renata Díaz González, coordinadora del PIT del plantel Sur, expresó que en esta ocasión un propósito fundamental en las Jornadas fue el reconocimiento de las juventudes en sus experiencias y vivencias personales vinculadas, en lo que se conoce como trayectoria académica, y la posibilidad, como docentes, de reconocer, incidir y contribuir a que haya un egreso favorable.
Comentó que las y los maestros se reunieron para llevar a cabo un balance colectivo, donde también las juventudes fueron el punto principal, a partir de las vivencias del profesorado cuando fueron jóvenes, y de reconocer experiencias que puedan estar propiciado esta no acreditación o abandono de la escuela.
Al referirse a los retos que enfrentan los docentes expresó que el reconocimiento de las nuevas experiencias que viven las juventudes y que de repente les cuesta trabajo su comprensión, por ejemplo, situaciones emocionales que de alguna manera no pueden desvincularse con lo académico y repercuten en ello; situaciones que tienen que ver con las estrategias, con la didáctica de la clase, que a veces les cuesta mucho trabajo a los estudiantes.