El efecto Kuleshov

El efecto Kuleshov

Con Eisenstein y Pudovkin estableció sus propias reglas

El efecto Kuleshov
Con Eisenstein y Pudovkin estableció sus propias reglas

Durante la primera mitad del siglo XX, el cine evolucionó como arte y lenguaje, su potencial era claro, aun cuando recién se le estaba explotando como un medio para contar historias y narrativas. Paulatinamente fundó sus propias reglas y convenciones para refinar la manera de hacer llegar al público las tramas.

Los planos, ángulos y movimientos son elementos de un lenguaje cinematográfico complejo, que un cineasta puede usar como medio; sobre ellos ya hemos abundado en este espacio, sin embargo, ante estos elementos del lenguaje, falta abordar un proceso de articulación y sintaxis: el montaje.

El montaje es un elemento que se suele confundir con la edición de video o con el hecho de cortar y pegar las distintas tomas filmadas para estructurar la película. No obstante, el proceso es mucho más complejo y tiene el poder de cambiar completamente una película dando un mensaje opuesto al planteado en el guion o reforzándolo.

Los teóricos que estudiaron este fenómeno son parte de la “no-oficial” escuela soviética del montaje: Eisenstein, Pudovkin y Kuleshov, quienes fueron cineastas soviéticos que experimentaron y establecieron sus propias reglas de montaje.

El que quisiera explicar hoy es a Lev Kuleshov con su muy conocido efecto Kuleshov, tiene que ver con que se trata de un fenómeno cinematográfico que perdura en la actualidad, como muestra del poder que tiene el montaje en el discurso narrativo de una historia.

Incluso años después el mismo Hitchcock lo retomó para explicar que este efecto establece que en una sucesión de tres tomas, si cambiamos la segunda por distintas cosas, podemos obtener diferentes interpretaciones y significados en una escena.

Por ejemplo, establezcamos que dichas tomas son la toma 1, 2 y 3. En la toma 1 se ve el rostro de un hombre serio; en la 2, hay unos niños jugando en la calle; en la 3 se vuelve a ver al hombre sonriendo por la escena que vio. Imaginando esta escena, se podría interpretar que el hombre sonríe al ver la escena de los niños jugando.

Sin embargo, al cambiar la toma 2, por una toma nueva, muestra una mujer en bikini tomando el sol. Ahora la escena es distinta, aunque el hombre y su personaje no han cambiado, esta vez la sonrisa se torna lujuriosa y la escena tiene una connotación erótica.

El efecto explora las diferentes capacidades de dotar de significado a las imágenes. A pequeña escala, el efecto Kuleshov es una idea simple, que se puede utilizar como herramienta; pero a gran escala, es una demostración de cómo el lenguaje cinematográfico logra expresar y dotar de significado cada una de sus imágenes. Comentarios y sugerencias: luis@cchfilmfest.com

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