La escuela debe procurar espacio y tiempo para la buena alimentación

Mente sana en cuerpo sano

La escuela debe procurar espacio y tiempo para la buena alimentación

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La escuela debe procurar espacio y tiempo para la buena alimentación

En las escuelas es necesario tomar muy en cuenta la alimentación de los jóvenes y de los profesores, por ser un asunto de valor fundamental en beneficio del aprendizaje, ya que la dieta es sustancial para que las neuronas realicen las conexiones necesarias para lograrlo.

Se pueden tener muchas aplicaciones en tecnología, o buenos libros para estudiar, incluso muy buenos maestros, pero si el alumno no consume nutrientes, aminoácidos que generan proteínas y hormonas suficientes, por más que estudie, no podrá realizar buenos entramados en el cerebro ni procesar el conocimiento.

Además, la mala alimentación, la que contiene bacterias nocivas y los alimentos ultra procesados, pueden generar que el cerebro se inflame y dar como resultado la depresión.

La revista Economist de diciembre de 2022, publica un artículo especial de celebración navideña muy interesante sobre cómo la comida afecta la mente y el cuerpo. Se señala que el alimento bueno posee un “impacto positivo”, si hay placer a la hora de comer, si hay buena compañía y se realiza sobremesa, con una plática agradable, el placer crea endorfinas, que son “químicos que actúan como hormonas de la felicidad”.

Así que sería sumamente urgente que se trataran estos temas en las academias, escuelas, salones y en todas las materias, porque es necesario cambiar los ritmos de la comida, pues incluso hay una tendencia en algunos lugares y países que le llaman “comer lentamente”.

Por eso, una escuela debería dar un tiempo prudente y largo y contar con una excelente cafetería o un restaurante, para tomar alimentos saludables, no ultraprocesados ni tóxicos, en compañía de familiares o amigos, ya que en la escuela se debe contribuir a la felicidad del estudiante, según lo fundamenta Nel Noddings, filósofa, matemática, feminista y educadora.

Se puede lograr más placer si los productos que consumimos poseen los aminoácidos que el cuerpo necesita. Se requiere proteína animal, que se consigue en los huevos. Se puede consumir queso o crema y yogurt, este último porque ayuda a que el intestino metabolice correctamente los alimentos y limpia el intestino para poder procesarlos.

También alimentos ricos en tirosina, como productos lácteos, legumbres, frutos secos, semillas, plátano, aguacate, y los ricos en triptófano, que está contenido en verduras, cereales complejos, frutos secos, nueces, huevos y lácteos, y ayudan a producir melanina y serotonina que regula el buen humor.

Igualmente es necesario consumir coles de Bruselas o brócoli, espinacas, calabaza que contienen folate o “ácido fólico y que incluyen vitamina B9, sin la cual el cerebro no puede funcionar adecuadamente”. Otra recomendación son los arándanos, “que son altos en vitamina C, y estas sustancias se involucran en otros procesos como convertir la dopamina en adrenalina, otro neurotransmisor cuya falta se asocia a la depresión”.

La escuela debe tomar el tema con gran cuidado y hacerlo prioritario, pues por más que el Colegio atienda otros asuntos para la enseñanza que son importantes, si no se toma en cuenta la educación en alimentación sana, nutritiva, con los aminoácidos necesarios para el buen funcionamiento de la mente y el cuerpo y los estados de ánimo, no hay manera de que el joven procese bien la información y los contenidos de un programa.

En el cerebro se metabolizan ciertos nutrientes que son fundamentales para realizar funciones que convierten el trifosfato en serotonina y que necesita la vitamina B6, hierro, fósforo y calcio, sin los cuales el cerebro no funciona adecuadamente.

Se recomienda una dieta rica en granos enteros, vegetales, fruta, proteínas, que favorece de forma muy significativa la agudeza cognitiva y ayuda mucho a evitar la depresión. Por ejemplo, la mediterránea, alta en polifenoles, que son sustancias que residen en las plantas y tienen función antioxidante, tal es el caso de fresas, uvas, frambuesas, granada, arándanos, verduras como el betabel, la berenjena, hortalizas como el jitomate, la cebolla, los ajos, los pimientos, el chocolate, y las manzanas.

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