¿Cuánto contaminan nuestros alimentos?

Se requieren alternativas sustentables

Es importante pensar sobre nuestra huella ecológica en la alimentación

Se requieren alternativas sustentables
Es importante pensar sobre nuestra huella ecológica en la alimentación

Un tercio de los alimentos que se producen no se aprovecha, además de que los insumos invertidos para su cultivo se pierden, lo cual genera altos niveles de contaminación al medio ambiente, señaló María Elena Trujillo Ortega durante la conferencia magistral “Alimentación Sostenible”, en el marco de la segunda jornada del  2° Congreso de Educación Ambiental en el Bachillerato para el Desarrollo Sostenible, por lo que llamó a concientizar sobre nuestras formas de consumo.

En el encuentro, la doctora en Ciencias Veterinarias expuso la evolución alimentaria desde la posguerra hasta nuestros días. La especialista explicó que de 1940 a 1950 la humanidad padeció hambre debido a los conflictos armados.

Comentó que en 1960 ocurrió la “revolución verde”, que implicó cambios sociales, humanos y alimentarios, “y se empiezan a ver los alimentos de otra forma, su cultivo y si se utilizan o no fertilizantes. Aparecieron los hippies y en 1965 se publica un libro en el que se afirma que los animales no son máquinas y se considera su confort”.

La coordinadora del Programa Universitario de Alimentación Sostenible (PUAS) señaló que en los años setenta y ochenta apareció la producción de manera privada y se crearon los supermercados: “hay otros tipos de productos, como enlatados. En 1990 predominaron los alimentos procesados, que dio mayor distribución, pero también mayor afectación al medio ambiente, por lo que se inicia el Comercio Internacional de Animales y llegan artículos de otros países a México”.

Como resultado, la doctora aseguró que este tipo de producción en cadena provocó afectaciones al medio ambiente: “desde el año 2000 hasta 2015, con esa tecnología y forma tan rápida de movilizar los alimentos, inicia el proceso de afectación al medio ambiente. Se empieza a manejar el cómo solucionar lo hecho durante 40 o 50 años. Aparecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que tendríamos que cuidar y en 2016 surge una Ley de Bienestar Animal”.

 

Hacia una solución

María Elena Trujillo Ortega destacó la importancia de generar estrategias para producir alimentos ante el escenario de que 50 por ciento del territorio nacional presenta un grado de deterioro, “está desértico, contaminado o lleno de basura”.

Reveló que 48 por ciento de la cubierta de vegetación tiene algún grado de afectación, por lo que se deben crear procesos de resiliencia: “¿cómo los vamos a revertir? La biodiversidad está amenazada por introducción de especies, por pérdida de hábitat y cambio climático”.

“¿Qué pasa entonces con la producción de alimentos? ¿Se puede encontrar un alimento sostenible? Difícilmente (…) El 37 por ciento de los alimentos emite gases para ser producidos, gastan agua y energía. Solo el 35 por ciento de las emisiones se dan por los productos animales y 29 por ciento por alimentos de origen vegetal; si es verde y de un arbolito, requirió agua y de una distribución”, explicó.

Por lo anterior, sugirió acercarse a la recomendación de la EAT-HRD para conocer el consumo de la dieta mexicana, para saber cómo equilibrar nuestra salud y observar qué consumo debe reducirse, como la proteína de origen animal e incrementar la vegetal, además de reducir la cantidad de cereales refinados, el exceso de grasa e ingerir menos bebidas azucaradas.

 

Respuestas en la biología

Por separado, Itzel Georgina Meneses Ochoa presentó la ponencia “Micorrizas: aliadas sostenibles para la salud del suelo y el medio ambiente”, donde explicó que las micorrizas son una especie de simbiosis entre raíces de las plantas y los hongos del suelo; esto genera beneficios para las plantas, ya que les permite crecer con los nutrientes del suelo y juega un papel fundamental para la sostenibilidad ambiental.

En su presentación, la profesora del plantel orientel comentó que esta asociación se da en organismos de diferentes especies: “las micorrizas se forman cuando los hongos colonizan las raíces de las plantas y establecen una conexión directa con ellas; estos proporcionan diversos beneficios a las plantas, como la captación de mejores nutrientes del suelo, en especial, del fósforo, un elemento muy limitado en el suelo y que a las plantas les cuesta trabajo obtenerlo”.

Además, explicó que en esta asociación, el hongo obtiene el carbono que la planta recibe a través de la fotosíntesis, “porque el hongo no realiza fotosíntesis, así ambos se benefician mutuamente”.

En ese sentido, las micorrizas son importantes para el medio ambiente: “conocemos este mundo lleno de plantas y vegetales, pero esto se logró gracias a los hongos, fueron el punto clave para que hubiera esta colonización de las plantas al medio terrestre, su origen se ha estudiado mucho y se ha establecido que se dio en el paleozoico y que esta asociación se dio hace 400 millones de años”, finalizó.

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