La ciencia que se desarrolla en la Universidad tiene aplicaciones directas que favorecen a la población, como a aquella que padece miopía, hipermetropía, astigmatismo, queratocono o presbicia, aseguró Manuel Campos, doctor en Ciencias con especialidad en Física por la Universidad Nacional.
En su charla “¿Cómo se mide la forma de la córnea humana?”, el investigador de Instituto del Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) se refirió en específico a algunos instrumentos que se usan para corregir problemas refractivos y que han sido desarrollados en la máxima casa de estudios.
Pero no sólo se trabaja en cuestiones de aplicación médica, dijo, por ejemplo, ahí está el método de pantallas nulas, a partir de las cuales están desarrollando topógrafos corneales cónicos, que, en un futuro cercano, podrán competir con lo que ya existe en el mercado.
En la plática, organizada por el programa Ciencia a Distancia, el investigador les explicó las distintas formas de córnea que existen, cómo corregir ciertas deformidades, los diversos estudios que se realizan y los instrumentos que ayudan a detectar errores de visión, tales como el queratoscopio y el disco plácido.
Recordó que las antiguas teorías sobre la visión humana señalaban que para ver un objeto, los ojos emitían partículas que viajaban muy rápido; se reflejaban y podíamos ver las cosas, era la época de los filósofos griegos Platón, Ptolomeo y Galeno, con el tiempo esa idea cambió gracias a Alhazen, quien nació en el año 965, en lo que ahora es Irak.
Fue el primer óptico reconocido y era bastante bueno en diversas disciplinas, hay que recordar que antes eran polímatas, por lo que dominaban varias áreas del saber. Alhazen trabajó en conceptos de visión geométrica y probó que la luz viaja en línea recta y crea imágenes cuando llega a nuestros ojos, inventó lo que conocemos como cámara oscura.
También, conoció de las leyes de reflexión y refracción que actualmente son utilizadas, hizo experimentos sobre la dispersión de la luz, sombras, arcoíris y eclipses. Elaboró el primer modelo de ojo, desde el punto de vista matemático, le puso cierta geometría e indicó cómo se comportaban el ojo, la córnea, el cristalino y la retina, relató.
El físico recordó que para tener interacción con el medio ambiente nos apoyamos en el sentido de la vista, necesitamos nitidez para observar los objetos de nuestro alrededor, para lo cual, explicó, usamos la córnea, un órgano transparente, siempre expuesto al aire, protegido sólo mediante un tejido lagrimal.
La formación de las imágenes en el ojo recae en la superficie de la córnea, que junto con la película de la lágrima es el gran responsable de que se formen las imágenes con nitidez, el resto, como el cristalino, se encarga de la agudeza visual.
Los errores refractivos son notorios cuando nos duele la cabeza para ver, hacemos los ojos chiquitos y es entonces que nos damos cuenta de que tenemos problemas de vista. Como la miopía, que consiste en ver bien los objetos cercanos, pero no los lejanos; la hipermetropía, que es lo contrario de la miopía, los objetos cercanos se ven borrosos y los lejanos se observan mejor.
Una complicación común es el astigmatismo, un ojo con astigmatismo tiene una córnea con curvatura similar a la de una pelota de futbol americano, lo cual puede causar que las imágenes se vean borrosas o alargadas.
La presbicia se presenta después de los 40 años y es cuando el cristalino se empieza a desgastar, a hacer más rígido y no se puede enfocar con precisión; el queratocono consiste en el adelgazamiento de algunos puntos de la superficie de la córnea, que se empieza a hacer en forma de cono; si se detecta de forma temprana se le puede dar solución, pero en general no se puede ver bien.
Para corregir algunos de estos problemas se necesita conocer o medir la forma de la córnea, es importante tener sus parámetros geométricos, como radios de curvatura, constantes de conicidad o diámetros, entre otros, que se realizan en la Universidad.
