A partir del Aprendizaje Basado en la Investigación (ABI) y del uso de la estadística, María del Pilar Alonso Reyes, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, propuso a los profesores del CCH de la asignatura de Matemáticas acercarse a la enseñanza de esta disciplina, en particular, a la aplicación de dichos conocimientos a situaciones de la vida cotidiana.
Al participar en la Jornada Académica de Matemáticas, con la conferencia magistral “Aplicación de la Estadística en Análisis de la Vejez”, la experta presentó como estrategia de enseñanza el uso de la estadística básica aplicada en la investigación social.
Explicó que “el ABI es una técnica didáctica que tiene el objetivo de relacionar las enseñanzas que se brindan en el aula, con técnicas y metodologías de investigación que permiten que los estudiantes puedan, a la par de su formación, desarrollar competencias y habilidades de análisis, reflexión y argumentación”.
Al utilizarlo, ahondó, “el estudiante identifica la fuente de información que aprende, descubre nuevos caminos para su proceso formativo, explica de forma argumentada sus opiniones y aplica teorías a problemas prácticos. Es un enfoque didáctico que permite conectar la investigación con la enseñanza”.
Pese a que su uso es más común en nivel superior, la académica sostuvo que la estadística puede aplicarse en el bachillerato: “genera interés por la materia y, sobre todo, logra que los alumnos se interesen en su realidad”.
Para su implementación, enumeró algunas formas que la literatura señala, como son el uso de encuestas, estudio de casos, experimentos, investigación, etnografías, investigación correlacional y la investigación evaluativa.
Presente en temas sociales
En el caso de la enseñanza de la Estadística, puntualizó que se deben plantear objetivos que incluyan el conocimiento de la materia, pero también debe haber espacios de reflexión de la aplicación de las técnicas vistas en la materia.
“Hay que detonar en los alumnos el interés por la investigación e incluir temáticas distintas relacionadas con la materia; por ejemplo, migración, donde se pueden aplicar cálculos básicos; fecundidad, en particular un tema actual como los embarazos adolescentes; el trabajo, donde se pueden analizar encuestas que permiten ver la realidad de la actividad laboral; o el envejecimiento, que muestra el futuro de la población”, destacó.
En este sentido, compartió algunas características sobre el estudio del envejecimiento, línea de investigación que ha seguido profesionalmente, un tema que también comprende “la adaptación paulatina a nuevos roles y posiciones sociales, transiciones vitales y del propio crecimiento psicológico”.
Asimismo, presentó un ejemplo del uso de las estadísticas en torno a este sector, como qué porcentaje es económicamente activa, por género, estado civil, nivel de estudios, cuántos reciben pensión, distribución salarial, entre otros.
Por último, invitó a los profesores a que a partir de estos análisis, los estudiantes lleguen a formular sus propias ideas al respecto, mismas que pueden dar forma a artículos al respecto, “que pudieran escribirse y que además, confrontaran el uso del idioma y su síntesis con lo estudiado en la materia”.
