El 14 de noviembre de 1977, profesores y amigos del CCH que se habían conocido durante el II Torneo de Ajedrez, en el plantel Sur; el Curso sobre Problemas Lógico-epistemológicos de la Ciencia, organizado por la secretaría de Planeación; el Curso de Análisis de Textos, impartido por Nora Nouhaud, de la Universidad de París y Limoges, Francia, en el plantel Naucalpan, y el Primer Encuentro Nacional sobre la Enseñanza del Derecho, en el plantel Vallejo, se daban cita en la tradicional churrería El Moro, ubicada en Eje Central y Lázaro Cárdenas, anteriormente San Juan de Letrán, para charlar sobre el trabajo, el país y el mundo. Al entrar al establecimiento fundado en 1935, y que había cobrado fama por las visitas de grandes personajes como Carlos Fuentes, Octavio Paz, Cuauhtémoc Cárdenas, Jacobo Zabludovsky y Cantinflas, el aroma a chocolate español, francés o almendrado, que era acompañado por cuatro dorados churros deliciosamente azucarados, hacía de la plática de los maestros un oasis de sabor, mientras que a las afueras del local el ir y venir de las personas, los autos y el tren ligero, eran acompasados por las notas musicales de un cilindrero, quien pedía propina en su sobrero, mientras tocaba María Bonita, de Agustín Lara, escrita para la Doña en 1946. Los docentes hablaron sobre el primer ejemplar del periódico Unomásuno, dirigido por Manuel Becerra Acosta, uno más de los periodistas obligados a renunciar de Excélsior por la represión del gobierno de Luis Echeverría ocurrida el año anterior. Después salió al tema la muerte, en septiembre, de la soprano griega María Callas, considerada la cantante de ópera más importante del XX, y, justo un mes antes, del Rey del rock, Elvis Presley, quien cautivó a cientos de fanáticos en el mundo entero por sus interpretaciones y la cadencia de su pelvis. Más tarde discutieron sobre la pertinencia de la fundación por parte de Carmen Romano, esposa del presidente José López Portillo, del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). El plato fuerte de la conversación estuvo acompañado por unas tortas de pierna con mole y de pastor, con refresco de sabor y cola, para digerir el éxito del Colegio con relación a las tesis: Síntesis y Degradación de Glutamino Sintetasa en Neurospora Crassa y Caracterización Bioquímica e Inmunología de Mutantes Estructurales y Reguladores de Glutamino Sintetasa en Neurospora Crassa, con las que se titularon María del Carmen Monserrat Quinto Hernández y Federico Esteban Sánchez Rodríguez, primeros egresados de la Maestría en Investigación Biomédica Básica, de la Unidad Académica de los Ciclos Profesionales y de Posgrado (UACPyP), del CCH. Otro suceso importante para la vida institucional fue que, en septiembre del año en mención, se publicaron las primeras convocatorias para concursos de complementación y regularización académica; sobre todo, después de varias sesiones de trabajo en las oficinas de la Coordinación del CCH, para concretar los acuerdos, que fundados en las necesidades del Área de Talleres del plantel Oriente y su conciliación con los intereses académicos de los docentes, dieron como resultado las respectivas convocatorias, quedando de la siguiente manera: Dieciocho nombramientos de Complementación Académica y 10 becas para el Área de Talleres, las becas fueron para Concursos de regularización, donde destacó entre los requisitos que los aspirantes contaran con un mínimo de 75 por ciento de los créditos de licenciatura y tener una antigüedad mínima de dos años; así como para profesores de las áreas de Ciencias Experimentales, con 9 plazas; Matemáticas, con 2, y Talleres, con 7, para el plantel Sur; para Concursos cerrados o de promoción, para ocupar plazas de Profesor de asignatura A definitivo, con lo cual se regularizaba una parte importante del profesorado del Colegio. Ese año fue nombrado David Pantoja Morán como coordinador del Colegio de Ciencias y Humanidades, y correspondió a Jorge González Teyssier y Consuelo Ortiz de Thomé, estar al frente de los planteles Vallejo y Sur respectivamente.
