Bajo la premisa de que la UNAM no se detiene y con el ímpetu de compartir aprendizajes y apoyar a su escuela, alumnas y alumnos del plantel Oriente se unieron a diversas prácticas de laboratorio para aplicar los conocimientos adquiridos en el Estudio Técnico Especializado de Análisis Clínicos.
A partir de la revisión de sustancias caducas, otras aún vigentes, almacenamiento y ordenamiento de diversos reactivos, además de prácticas experimentales, que les darán un soporte más para sus estudios profesionales en ingeniería química, química en alimentos, entre otras áreas, las y los jóvenes ordenaron, etiquetaron y seleccionaron algunos de los reactivos del laboratorio LACE de Química del Sistemas de Laboratorios para el Desarrollo y la Innovación (Siladin).
La profesora Eva Mayra Rojas Ruiz, responsable del espacio de Laboratorio y Creatividad del Siladin, fue quien coordinó estos trabajos e invitó a sus colegas a mirar estos espacios para la enseñanza y la innovación, a fin de que se fortalezca el aprendizaje de las áreas de ciencias experimentales y se generen las vocaciones científicas, que es uno de los propósitos del Siladin.
La lista en el almacén de LACE es extensa, dijo, más de 400 reactivos, entre ellos sólidos orgánicos, inorgánicos, líquidos y ácidos, además de los que se quedaron resguardados debido a la pandemia, por lo que requirieron una revisión más exhaustiva para determinar si son o no útiles para los procesos de experimentación, mencionó la profesora.
Hidróxidos hidrofílicos (que absorben mucho el agua), polvos, líquidos o ácidos que forman gas en botellas o recipientes fueron algunos de los elementos revisados, aseados y clasificados para que en este retorno a clases se disponga de material experimental y, con ello, se reactive al máximo la actividad experimental que debe ser ejercida por el alumnado y el profesorado.
Los jóvenes se dijeron emocionados pues hicieron el inventario del material existente y de lo que falta, una nueva etiquetación de los recipientes y la supervisión del material de laboratorio, por ejemplo, los microscopios, algunos de los cuales estaban descalibrados por falta de uso.
Alejandro López Gracia, aspirante a la carrera de Ingeniero Químico Farmacobiólogo, destacó lo satisfactorio que fue dar cuenta de la riqueza de estos laboratorios, con sustancias e instrumentos de primera para la experimentación, y que está al alcance de las y los alumnos del plantel.
Carla Vianey Torres Rodríguez y Alex Moisés Juan Brambila, quienes desean ingresar a Ingeniería Química, así como Atziri Sánchez Ortiz y Martha Vivencio Martínez, también alumnos del plantel, coincidieron en que fue gratificante colaborar en esta aventura, previa a su licenciatura, que les ayuda a clarificar ciertas dudas en su formación.
