Si eres de los que piensan que los minerales tienen propiedades místicas y su utilidad tiene que ver con el manejo de distintas energías, debes saber que las cualidades de los minerales están mucho más allá de esas creencias, pues su empleo no se reduce sólo a la elaboración de amuletos.
Actualmente, se les asocia a infinidad de campos de la vida diaria, como la alimentación, la medicina o la tecnología y “si los científicos no estudiaran sus características y aplicaciones, simplemente no existiría mucha de la tecnología con la que contamos hoy”, advirtió Alejandro González Bermúdez, licenciado en Ciencias de la Tierra.
Refrigeradores, televisiones, celulares o computadoras estarían fuera de nuestro alcance porque los minerales, entre otras cosas, ayudan a la transmisión de la electricidad que los hace funcionar, abundó González en la conferencia “Rocas y minerales”, organizada por el programa Ciencia a Distancia, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
Un mineral, explicó, es una sustancia inorgánica compuesta por uno o más elementos de la Tabla Periódica, que se relacionan con la vida y se presentan en una estructura cristalina de átomos organizada de la misma forma; aunque hay minerales que de manera natural crecen de muchas formas, como la pirita, que podemos hallar en cubos; el cuarzo, como prismas hexagonales, o la galena, en forma de octaedros.
Los minerales, agregó, son formados por procesos inorgánicos, en los que las personas no tienen nada que ver, es decir, que si un científico sintetizara en un laboratorio un diamante o un cuarzo, éste no podría ser considerado estrictamente como un mineral.
Además de encontrarse en la tierra, “los podemos hallar en los alimentos y por lo tanto en nuestro cuerpo, al que fortalecen, por ejemplo, al dotar de los nutrientes necesarios a la sangre, entre otros beneficios”.
También se les puede encontrar en la vida diaria, en las monedas, electrodomésticos, dispositivos de teléfonos celulares y equipos de cómputo o videojuegos; e incluso en la medicina, tal es el caso de la caolinita que sirve para curar la diarrea.
González destacó que los científicos identifican los minerales por medio de sus características físicas, como son sus colores, dureza, textura, brillo, olor, fractura o hábito, es decir, la manera como crecen.
En cuanto a las rocas, detalló que “son un conjunto de minerales que se hallan de manera sólida en la Tierra; también tienen propiedades físicas, químicas y naturales específicas”, como el basalto, de tipo volcánico que se encuentra en Ciudad Universitaria.
Las rocas, dijo, se clasifican en tres grupos según su formación y origen: ígneas, sedimentarias y metamórficas. Con el paso de millones de años y las inclemencias del clima, las rocas se desgastan y dan paso a la arena o la arcilla, según el tamaño de sus partículas.
Lo anterior, dijo, permite ver que, así como existe el ciclo de agua, hay un ciclo de las rocas, conocido como litológico, mediante el cual pasan por diversos procesos a lo largo de millones de años, que van del enfriamiento a la cristalización; a la erosión o desgaste, y el metamorfismo.
