Robert Redford es inmortal

Actor, director, ecologista, cineasta; fue todo un artista

Robert Redford es inmortal
Actor, director, ecologista, cineasta; fue todo un artista

El pasado 16 de septiembre el mundo dijo adiós a una de las grandes figuras del cine del siglo XX, sin la cual resulta imposible comprender el contexto global actual, donde los realizadores y productoras independientes se encuentran en auge y la voz del autor parece tomar fuerza frente a las grandes franquicias.

Como siempre, ante el deceso de figura semejante surgen preguntas. ¿Cómo murió? No importa. ¿Quién era? Charles Robert Redford Jr, mejor conocido como Robert Redford. Actor, director, ecologista; cineasta lo resumiría… ¿O mejor artista?

Tras perder a su madre ante el cáncer a los 19 años, abandonar sus pasiones como lo eran dibujar y contar historias, y perderse en una vida de rebeldía y alcoholismo, Redford retomaría el rumbo al matricularse en el Instituto Pratt de Nueva York para estudiar arte, en 1958. Su interés por el diseño de escenarios lo acercaría al estudio de la interpretación, donde la vida quiso que encontrara su lugar.

Años antes de Keanu Reeves, Henry Cavill y Pedro Pascal, previo a Brad Pitt, Tom Cruise o George Clooney, fue Robert Redford. La tradición del actor que toma su lugar en la mítica silla de dirección se vio dignamente preservada por el norteamericano, quien se alzó con el premio de la academia con su ópera prima Ordinary People (1980).

A Ben Affleck y Matt Damon, Mel Gibson y Danny Glober, Robert de Niro y Joe Pesci, les precedieron Paul Newman y Robert Redford como una de las duplas más icónicas en la historia del cine.

Con el legado de John Ford, el ascenso de Clint Eastwood y un cambio de paradigma narrativo que evidenció el western, llegaron Butch Cassidy y el Sundance Kid. Con aquel personaje se daría nombre al primer puerto que tocaría el cine independiente, a la deriva en altamar bajo la sombra de Hollywood hasta la inauguración del Festival de Cine de Utah, más tarde llamado Festival de Cine de Sundance.

Este constituye el punto más importante en su legado. Con el Instituto Sundance, ambos terminaron por constituir una organización sin fines de lucro dedicada al crecimiento de artistas independientes y crear un espacio de aprendizaje con herramientas y técnicas de punta. En la primera edición del festival con su nuevo nombre, en 1991, Quentin Tarantino y Steve Buscemi presentaron Perros de reserva; el resto es historia.

Las audiencias más jóvenes lo recordarán como el líder de la organización Hydra y sucesor del Cráneo Rojo; Alexander Pierce en Capitán América y el Soldado del Invierno (2014). Los historiadores podrán rememorar su vida como un ejemplo a seguir contra la adversidad y los golpes de la vida.

Cómo o por qué papel le recuerde cada quien, no importa. Mientras su memoria y obra se mantenga viva, un hurra por el maestro Robert Redford, otro por las misteriosas formas de la vida para mostrarnos el camino y que viva el cine. 

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