Despertar el interés a la investigación científica y adquirir conocimientos básicos en el manejo y la conservación del ajolote mexicano son algunos de los objetivos del segundo curso extracurricular para alumnos: “Conservación del ajolote mexicano”, anfibio acuático perteneciente al orden de las salamandras.
Coordinado e impartido por Karina Argüello Hernández, José Raúl Cermeño García y Sabel René Reyes Gómez, dicho curso inició el pasado 17 de septiembre, se busca reafirmar y profundizar algunos temas y sus correspondientes aprendizajes de los programas de Biología I a IV.
Además, en este curso las y los alumnos participarán en actividades de investigación documental, lúdicas y de prácticas de laboratorio que les permitirán una mayor comprensión de los temas a desarrollar.
Durante la inauguración de esta actividad, las y los profesores cecehacheros señalaron que el ajolote es una especie endémica de México, cuyo nombre científico es Ambystoma mexicanum.
“Este animal no solo es famoso por su apariencia única, que incluye branquias externas plumosas y una capacidad notable para regenerar partes de su cuerpo, además por su importancia cultural y ecológica de México”, comentaron los académicos.
En este curso, las y los jóvenes inscritos conocieron, de primera mano, que los ajolotes son considerados como un símbolo de la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos mexicanos y ocupan un lugar importante dentro de la cultura mexicana.
Además, descubrieron que este anfibio tiene un futuro incierto, ya que está en peligro de extinción; sin embargo, aclararon los docentes, “en condiciones de cautiverio no es problema reproducirlos, tal así que aquí en el plantel Oriente hay una larga tradición sobre su estudio, crianza y conservación”.
Por último, los impulsores del curso informaron las formas de trabajo, temáticas a tratar, trabajo teórico, práctico y de investigación, así como la importancia de las labores de investigación y conservación de la especie, entre ellas los realizados in situ en Xochimilco, zoológicos, santuarios, centros de investigación, así como los estudios efectuados en el trabajo de campo en el ejido Ignacio Manuel Altamirano, en el estado de Puebla, donde profesores de este plantel realizan parte de su labor docente y de investigación.
